Los 5 grandes locos de la literatura rusa (IMÁGENES)
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1. Alexánder Chatski en 'La desgracia de ser inteligente' de Alexánder Griboyédov
El protagonista de esta comedia en verso regresa a Moscú después de una larga ausencia y, desde los primeros momentos, empieza a pronunciar discursos mordaces contra quienes lo rodean. Desafía el orden social establecido y, por ello, la sociedad moscovita lo tilda de loco. Su locura es un diagnóstico social, no médico. En cierto sentido, Chatski es un loco “sagrado”: alguien que dice una verdad incómoda bajo la apariencia de insensatez.
2. El príncipe Mishkin en 'El idiota' de Fiódor Dostoievski
Formalmente, el príncipe Lev Mishkin padece epilepsia, conocida en el siglo XIX como la “enfermedad de la caída”. Antes de sufrir las crisis experimenta estados de iluminación. Su ingenuidad, espontaneidad y otras particularidades de su comportamiento están ligadas a su enfermedad. Al mismo tiempo, su aparente “estupidez” es, en realidad, su sabiduría: su sinceridad y transparencia, desprovistas de convencionalismos, son percibidas por la sociedad como locura. En un mundo sustentado en las apariencias, su honestidad resulta absurda y fuera de lugar. Su locura es la tragedia de un ideal puro derrotado por la realidad. Mishkin es una figura crística que llega al San Petersburgo del siglo XIX y es sacrificado por las pasiones humanas.
3. El protagonista de 'La flor roja' de Vsévolod Garshin
Esta es una de las imágenes más conmovedoras de la locura en la literatura rusa. El héroe está convencido de que todo el mal del mundo se concentra en una amapola roja que crece en el jardín del hospital psiquiátrico. Se siente elegido para destruir esa flor y, con ello, erradicar el mal de la Tierra. Idea planes, finge calma para engañar a los enfermeros e incluso recurre al engaño para alcanzar su objetivo. Finalmente, lo logra y muere con la sensación de haber cumplido su misión. Su locura es una metáfora de la lucha de un individuo solitario contra la injusticia universal. Es un Don Quijote enfrentándose a la encarnación simbólica del sufrimiento del mundo.
4. Los personajes de 'La sala número 6' de Antón Chéjov
En este relato, la locura es parte de la vida misma y la frontera entre cordura y delirio se vuelve difusa. La sala número 6 alberga a enfermos mentales. Grómov, uno de los pacientes, sufre de manía persecutoria y teme ser arrestado y enviado a trabajos forzados. El médico que lo atiende, el Dr. Raguin, es en apariencia razonable y culto, pero su pasividad y su indiferencia ante la miseria y la violencia lo convierten en alguien moralmente enfermo. Su “cordura” es la verdadera locura. Tras conversar con Grómov y encontrar en él una mente afín, el doctor comienza a despertar moralmente. Pero ese despertar acaba llevándolo a su destrucción: Raguin termina internado en la misma sala n.º 6.
5. Los personajes de 'El maestro y Margarita' de Mijaíl Bulgákov
Al inicio de la novela, Iván Bezdomni es un poeta soviético seguro de sí mismo. Pero su encuentro con Woland y la predicción de la muerte de Berlioz lo conducen a un estado considerado como locura. En el hospital, Iván comprende la vacuidad de su poesía y adquiere una nueva visión del mundo. El Maestro, por su parte, pierde la razón porque su conciencia no soporta ni la persecución literaria ni el contacto con la verdad eterna: escribió una novela auténtica sobre hechos que no presenció. Su locura es el precio de su sinceridad y su genio. Bulgákov construye un mundo en el que la locura se convierte en puerta de acceso a la verdad y a una realidad superior: el precio del conocimiento, de la creación, del intento de acercarse a lo absoluto.