¡Este es el demonio más famoso de la literatura rusa!

Galería Tretiakov Mijaíl Vrúbel, "El demonio sentado"
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Mijaíl Lérmontov trabajó durante diez años en su poema ‘El demonio’ y regaló el manuscrito terminado a su amada, Varvara Lopujiná. La obra hablaba del amor, pero no de un amor cualquiera... sino de uno demoníaco.

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En la literatura rusa hay muchos personajes místicos, pero este siempre ocupa un lugar aparte. Es un ser que dice de sí mismo: “Yo soy aquel cuya mirada destruye la esperanza; yo soy aquel a quien nadie ama”, y que de pronto se enamora de una mortal, la bella Tamara.

Galería Tretiakov
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La joven cae bajo su hechizo, pero el demonio sabe que la cercanía con él tendrá un precio. Parece incluso dispuesto a renunciar a su plan: incapaz de batir sus alas, derrama una lágrima (el corazón de la cruel criatura ha temblado). Sin embargo, no abandona del todo su propósito, y pocos días después la hermosa Tamara es llevada a su última morada, al cementerio.

Lérmontov reescribió el poema varias veces: concibió la idea cuando tenía quince años y realizó la última versión poco antes de su muerte. En Rusia, El demonio fue prohibido por la censura. Algunos fragmentos se publicaron tras la muerte del poeta, pero la obra completa no se imprimió hasta 1860.

Hasta hoy, la balada sobre el espíritu del exilio y su amor por una mujer terrenal sigue siendo una de las historias románticas más célebres de la literatura rusa.