¿Por qué había pocos Sagitarios y Escorpio en Rusia?

Los campesinos rusos apenas conocían los calendarios antes de la revolución: simplemente vivían su vida de acuerdo con las fiestas y ayunos de la iglesia. También temían mucho que el cura del pueblo les impusiera penitencia por no observar el ayuno o peor aún, que los excomulgara de la iglesia, por lo que intentaban observar los ayunos y otras reglas eclesiásticas.

Hay cuatro grandes cuaresmas en un año ortodoxo: la Gran Cuaresma, 48 días antes de Pascua (un mes y medio en marzo-abril), la Cuaresma de Pedro, desde el 57º día después de Pascua hasta el 12 de julio, la Cuaresma de la Dormición, del 14 al 27 de agosto, y la Cuaresma de Navidad, del 28 de noviembre al 7 de enero.

En un pueblo ruso, la observancia de los ayunos era vigilada no sólo por la iglesia, sino también por la propia comunidad campesina. Los extranjeros que visitaban Rusia se sorprendían de que los campesinos no les vendieran huevos ni leche durante los ayunos. Además, escribe la historiadora Elena Senískaia, a los viajeros les llamaba la atención que los rusos prefirieran morir de enfermedad antes que tomar una medicina que rompiera las reglas del ayuno. Los médicos rusos juraban no administrar medicamentos que contuvieran carne, huevos, leche o mantequilla en los días de Cuaresma.

Pero, sobre todo, la actividad sexual estaba estrictamente prohibida durante todos los ayunos importantes. Por eso, en los pueblos rusos, el pico de fertilidad se producía en dos meses: Junio (niños concebidos en septiembre-octubre tras el ayuno de la Dormición) y enero-febrero (niños concebidos en mayo-junio tras la Gran Cuaresma). Cabe señalar que a mediados del verano, durante el período de intenso trabajo de campo, los embarazos eran casi inexistentes.

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