8 películas soviéticas subestimadas
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1. '¡Que viva México!' (1932-1978)
En 1929, el director Serguéi Eisenstein viajó a Hollywood, donde debía rodar una película. Dos de sus guiones fueron rechazados y el trabajo en el tercero se paralizó debido a sentimientos anticomunistas. Afortunadamente, surgió una nueva oportunidad: hacer una película sobre México. Eisenstein se trasladó para rodar en exteriores; planeaba filmar varios relatos cortos que mostraran la cultura del país en toda su diversidad. Pero su larga ausencia de la URSS no pasó desapercibida: prácticamente fue declarado desertor. A finales de 1931 tuvo que regresar urgentemente a Moscú. El material permaneció en manos de los estadounidenses y no llegó a la Unión Soviética hasta finales de la década de 1970. A partir de él, el director Grigori Alexándrov montó una película que se aproximaba al concepto original de Eisenstein.
2. 'Soy Cuba' (1964)
Esta película de Mijaíl Kalatózov, director de la célebre Cuando pasan las cigüeñas (1957), trata sobre la revolución en Cuba. En la lista de creadores figuran personalidades destacadas no solo del cine, sino también de la literatura y la pintura. El poeta Yevgueni Yevtushenko y el director Enrique Pineda Barnet coescribieron el guion; el camarógrafo fue Serguéi Urusevski, cuya cámara había obrado magia en Cuando pasan las cigüeñas. El asesor artístico fue el pintor cubano René Portocarrero.
Desafortunadamente, el ambicioso retrato de cómo Cuba se convirtió en la “isla de la libertad” no tuvo éxito de taquilla. Las relaciones entre Cuba y la URSS ya se habían enfriado y, en su país natal, se reprochó al director haberse dejado llevar por el arte, olvidando la necesidad de mostrar la lucha revolucionaria. No fue hasta la década de 1990 cuando la película volvió a ser reconocida. Martin Scorsese y Francis Ford Coppola contribuyeron a su revalorización y a su proyección en festivales internacionales.
3. 'Una vida larga y feliz' (1966)
El único trabajo como director de Guennadi Shpálikov, guionista de las célebres Yo camino por Moscú (1964) y Tengo veinte años (1965). Es la historia de un amor insatisfecho entre un hombre y una mujer que se conocen por casualidad en un autobús: el protagonista promete llevar a su nueva pareja a una vida larga y feliz, pero a la mañana siguiente, al darse cuenta de que ella se ha tomado en serio su oferta, desaparece.
La película fue criticada por su temática “insignificante”, así como por la escena final excesivamente larga, donde una barcaza navega sin cesar por el río. Sin embargo, Una vida larga y feliz evoca de manera sorprendente el espíritu de la nouvelle vague.
4. 'Las aventuras de un dentista' (1967)
¡La película de Elem Klímov esperó 22 años para su estreno! El protagonista, el dentista Chesnokov, posee un don único: puede extraer muelas sin dolor. Los pacientes hacen fila para verlo. Solo su colega, la doctora Lástochkina, siente antipatía por el joven médico y emprende una verdadera campaña en su contra. Como resultado, Chesnokov pierde su don.
Parece una comedia inofensiva y sentimental. Pero las autoridades cinematográficas vieron en ella una crítica a la realidad soviética, y la película fue retirada inmediatamente de la distribución. El público solo pudo verla en 1987.
5. 'Gran maestro' (1972)
Un caso único: los destacados grandes maestros Víktor Korchnói, Mijaíl Tal, Yuri Averbaj, Alexánder Kótov y Mark Taimánov protagonizaron esta película sobre ajedrez. Y vale la pena verla solo por su presencia en pantalla. Pero también porque, a finales de la década de 1970, dejó de proyectarse: Korchnói se negó a regresar a la Unión Soviética. Por lo tanto, la película es una especie de documento de la época.
6. 'La voz solitaria del hombre' (1978)
Esta película podría no haber llegado nunca al público: el trabajo de graduación de Alexánder Sokúrov, basado en relatos de Andréi Platónov, fue considerado escandaloso y se ordenó su destrucción. Los productores lograron salvar la película y mostrársela a Andréi Tarkovski, quien quedó impresionado e incluso dijo que había escenas que envidiaba. El público solo pudo verla diez años después.
7. 'Los elegidos' (1982)
El director Serguéi Soloviov afirmó que esta película, basada en una novela del expresidente colombiano Alfonso López Michelsen, trata sobre el colapso de la personalidad de un hombre privado de su núcleo interior.
En 1944, el barón B. K. abandona la Alemania nazi y se dirige a Colombia. Allí lleva una vida tranquila: todo le va bien, su amada está a su lado. Todo cambia cuando lo acusan de colaborar con los nazis. Necesita encontrar una salida a esta situación a toda costa, ya que había logrado salir de Alemania aceptando convertirse en informante de la Gestapo. Para mantener su posición, B. K. está dispuesto a hacer cualquier cosa, incluso traicionar a la persona más cercana a él.
Se trata de un caso inusual en el cine soviético, donde el protagonista no es un héroe, sino un villano.
8. 'Las lágrimas caían' (1983)
El director Gueorgui Danelia calificó su película como un “triste cuento de hadas” y admitió que fue la más difícil de su carrera. La trama recuerda a La reina de las nieves: en el cuento, fragmentos de un espejo mágico roto caen en los ojos de las personas, que empiezan a ver solo lo malo en todo. Lo mismo le sucede al protagonista de la película. Un hombre amable y sensible de repente se vuelve irascible, discute con su familia y sus colegas, e intenta suicidarse. Al no lograrlo, rompe a llorar, y con sus lágrimas cae un fragmento del espejo.
La elección del actor para el papel principal fue inesperada y, por ello, muy acertada. El público estaba acostumbrado a ver a Yevgueni Leónov interpretando personajes tiernos y bondadosos, pero en esta película se transforma en un hombre amargado con un rostro casi aterrador.