GW2RU
GW2RU

MiG-21I ‘Analog’: El caza que probó las alas del avión de pasajeros Tu-144 (Fotos)

El Mikoyán-Gurevich MiG-21 es uno de los aviones de combate más exitosos de la historia y el caza supersónico más producido. Entre sus innumerables variantes, destaca una versión poco conocida pero crucial: el MiG-21I "Analog", diseñado para probar la configuración alar del polémico avión supersónico de pasajeros Túpolev Tu-144.

Además de Telegram, Puerta a Rusia difunde contenidos en su página de VKontakte. ¡Únete a nosotros!

Diseño y desarrollo: Un ala para un gigante fallido

Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética buscaba demostrar su superioridad tecnológica frente al Occidente, incluso en aviación comercial. Así nació el proyecto del Tu-144, una respuesta al Concorde anglo-francés. Sin embargo, su diseño requería innovaciones radicales, especialmente en las alas.

Tu-144
Dominio público

Aquí entró en juego el MiG-21I. En 1967, el buró Mikoyán-Gurevich construyó dos prototipos basados en el MiG-21, pero con un ala delta doble similar a la del SAAB Draken.

Dos Daab-35 suecos
Dominio público

Esta configuración, sin cola horizontal, utilizaba elevones (superficies que combinan funciones de alerones y elevadores) para controlar el vuelo.

airwar.ru

El MiG-21I: Un laboratorio volante

El "Analog" conservaba componentes clave del diseño original, como el motor R-13F300 y la cabina, pero eliminaba armamento y aviónica innecesaria. Sus modificaciones incluían:

  • Ala delta doble con un ángulo de 78° en el borde de ataque
  • Sistema hidráulico para ajustar el centro de gravedad (usando 300 kg de fluido)
  • Cámaras de prueba en la cabina y la cola
airwar.ru

En 140 vuelos entre 1968 y 1969, el prototipo demostró que el ala funcionaba: alcanzaba Mach 2.06 y techo de 20,000 metros. Sin embargo, un accidente durante una maniobra acrobática destruyó la primera unidad. La segunda, tras entrenar pilotos del Tu-144, terminó en el Museo Aéreo de Monino.

Pável Adzhigildaev (CC BY-SA 3.0)

Aunque el MiG-21I cumplió su misión, el Tu-144 no fue tan bien. Solo voló 55 veces con pasajeros, plagado de fallos técnicos.

airwar.ru

Como ironía de la historia, hoy ambos reposan juntos en el museo de Monino: uno, un héroe anónimo; el otro, un recordatorio de la ambición.

Alan Wilson (CC BY-SA 2.0)