Titanes de las profundidades: Los submarinos secretos soviéticos que definieron la Guerra Fría
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El Océano como Campo de Batalla
En los años 80, mientras la Guerra Fría congelaba las relaciones entre EEUU y la URSS, el océano se convirtió en el tablero definitivo. Bajo las aguas, una flota de colosos de acero y titanio acechaba: los submarinos soviéticos. Con diseños revolucionarios y una potencia letal, estas máquinas no solo igualaron la carrera armamentística, sino que sembraron el terror en Occidente. Serguéi Gorshkov, Comandante en Jefe de la Armada Soviética, lo predijo: “El océano decidirá el destino del mundo”. Y la URSS estaba decidida a dominarlo.
La Tríada de Hierro
1. Proyecto 705 ‘Lira’: Los Fantasmas del Abismo
Con 50 nudos (95 km/h) bajo el agua y capacidad de sumergirse hasta 1.000 metros, los ‘Lira’ burlaban los torpedos enemigos. Su secreto: un casco de titanio que los hacía indetectables e invulnerables.
Su misión en caso de conflicto armado era atacar líneas de comunicación navales estadounidenses. Eran más rápidos que algunos torpedos.
2. Proyecto 949 ‘Granit’ y Proyecto 949A ‘Antéi’: Los Asesinos Silenciosos
Equipados con misiles de crucero P-700 Granit (alcance de 370 km), podían devastar portaaviones y bases costeras sin emerger.
3. Proyecto 941 ‘Akula’: Los Leviatanes Nucleares
Con 175 metros de eslora, 33.800 toneladas de desplazamiento y capacidad para 20 misiles balísticos nucleares R-39, eran “ciudades submarinas” con camarotes, gimnasios y hasta una piscina.
Diseñados para operar bajo el hielo ártico durante meses, su rugido silencioso los hacía fantasmas en los radares de la OTAN.