Carteles y filantropía en la Rusia zarista (Fotos)
Antes de la revolución, en el Imperio uso existía una gran tradición por hacer obras de caridad. Para promocionar estas iniciativas, se contrataba a los mejores artistas de carteles.
En la Rusia prerrevolucionaria existían cientos de organizaciones benéficas. Los ricos comerciantes e industriales donaban generosamente a la caridad, construían escuelas, orfanatos, hospitales, museos y ayudaban a personas con discapacidades.
En el nuevo libro de Ksenia Lápina y Natalia Afanásieva, ‘Moscú en el cartel, el cartel en Moscú’ (editorial Bombora), se presentan más de 150 obras de la colección del Museo de Moscú. Publicamos algunos carteles de la época zarista.
Una de las campañas más masivas y populares de principios del siglo XX fue el “Día de la Margarita Blanca”, que tenía como objetivo ayudar en la lucha contra la tuberculosis. La familia real también participaba en esta campaña. Por todo el país se podían ver carteles como este. El 20 de abril se invitaba a comprar una flor de margarita, y todos los fondos recaudados se destinaban al mantenimiento de hospitales y sanatorios.
Los “Mercados de Ramos” también eran muy populares. Se organizaban una semana antes de la principal festividad ortodoxa, la Pascua. La gente era atraída con conciertos y, como en este caso, con el "plato fuerte" del programa: la demostración de un aeroplano.
El cartel benéfico floreció especialmente durante la Primera Guerra Mundial, cuando se pedía donar dinero, ropa y comida para los soldados heridos y en beneficio del frente.
“Al soldado para las fiestas”. En el “Mercado de Ramos” de 1915, por una pequeña entrada, se ofrecía un concierto, la participación en una lotería y la compra de artículos para enviar al frente.
En este cartel se pedía a los moscovitas que donaran a la Cruz Roja.
Donar para conseguir baños portátiles para los soldados.
Los artistas de Moscú organizaron una colecta de tabaco para el “valiente ejército”.
En días específicos se organizaban colectas de fondos para huérfanos.
También había otras colectas específicas, como de alimentos para los más necesitados.
Había carteles que anunciaban el reclutamiento de voluntarios para la guerra, así como pidiendo contribuciones para la victoria y préstamos para las agotadas arcas del Estado.
