Cómo pasar un fin de semana perfecto en Majachkalá y sus alrededores

Artaxerxes Longhand/Getty Images
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La República de Daguestán es cada vez más popular entre los turistas. Y no es de extrañar: el mar y las montañas están cerca, y la gastronomía local encantará incluso al viajero más sofisticado.

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¿Qué debes saber antes de viajar a Daguestán?

  • La mayoría de la población de la república es musulmana, por lo que se valora el buen comportamiento. No es posible encontrar alcohol en todos los restaurantes y tiendas (y no se vende en absoluto durante el Ramadán).
  • Las mujeres deben evitar ropa demasiado reveladora, como faldas cortas y escotes pronunciados. No es una regla estricta, sino una muestra de respeto por las tradiciones locales.

Día 1

Llegamos al aeropuerto de Uitash, a 16 km de Majachkalá. El trayecto hasta la ciudad dura aproximadamente media hora en taxi o una hora en autobús.

Degustando el plato nacional principal

Legion Media
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Para entrar en ambiente, lo mejor es comenzar con un aperitivo: el plato nacional por excelencia es el jinkal. En Daguestán conviven decenas de grupos étnicos, cada uno con su propia versión. La base es carne hervida, masa cocida, caldo y salsa. ¡Y no olvides un plato de verduras frescas, que aquí son increíbles!

El jinkal se puede encontrar en casi cualquier establecimiento. Por ejemplo, en el restaurante Papaja, en la avenida Rasul Gamzátov, o en el local especializado Hinkal Brothers, cerca de la plaza Fazú Alíyeva.

Visita a la mezquita principal

Iván Visóchinski / TASS
Iván Visóchinski / TASS

La Mezquita Juma, ubicada en el centro, es una de las principales atracciones. Fue construida en 1997 a imagen de la Mezquita Azul de Estambul y, hasta 2019, fue la más grande de Rusia. El edificio, blanco como la nieve, impresiona por su belleza, así como por su decoración interior con motivos florales y espectaculares lámparas de araña. Cualquiera puede entrar.

Una pausa para el café

Marina Gadzhíeva / TASS
Marina Gadzhíeva / TASS

Majachkalá puede considerarse la capital del café: hay muchísimas cafeterías (aproximadamente una por cada mil habitantes) con conceptos y diseños variados. A los lugareños les encanta el café y lo beben en abundancia (sobre todo porque casi no consumen alcohol). Recomendamos probar al menos una vez la especialidad local: café con urbech. Esta pasta de nueces le da a la bebida un sabor peculiar. Puedes entrar a cualquier cafetería que te llame la atención; hay muchas excelentes en la zona peatonal de la calle Buinakski.

Paseando por la avenida Rasul Gamzátov

Bogdanov-62 (CC BY-SA 4.0)
Bogdanov-62 (CC BY-SA 4.0)

Verás el nombre del poeta daguestaní más de una vez, así que vale la pena conocerlo mejor. Rasul Gamzátov (1923-2003) es el poeta nacional por excelencia. Escribió numerosos poemas en su lengua materna, el ávaro (la más hablada en la república), y tradujo a Pushkin, Lérmontov y otros escritores rusos.

Gamzátov fue reconocido en toda la URSS; sus obras fueron traducidas al ruso y musicalizadas. Grullas, por ejemplo, se convirtió en la canción más famosa sobre la Gran Guerra Patria. La arteria principal de Majachkalá lleva su nombre, con numerosos monumentos arquitectónicos, zonas verdes y restaurantes.

Día 2

Si deseas explorar la ciudad con más detalle, te recomendamos visitar alguno de sus numerosos teatros, pasear por el centro, ver la Casa del Barco o visitar el museo nacional. ¡Pero estamos en las montañas! Por eso, te sugerimos recorrer los alrededores.

¡Vamos al cañón de Sulak!

Legion Media
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Este es quizás el sitio más famoso de Daguestán, y se encuentra a solo una hora en coche desde la capital. La primera parada es el embalse de Chirkéi, cuyas aguas tienen un impresionante color azul turquesa.

A continuación, visitamos el cañón del río Sulak, el más profundo de Europa, con 53 km de longitud. Aquí puedes navegar en lanchas rápidas y vivir auténticas experiencias extremas.

Alexandra Gúzeva

En la parte más estrecha del cañón se encuentra la cueva artificial Nojo y un puente colgante desde el que se puede practicar puenting o tirolesa.

Escalando la duna de arena más grande de Europa

Vladímir Pesnia / Sputnik
Vladímir Pesnia / Sputnik

Muy cerca de la ciudad se encuentra otro lugar impresionante: la duna de Sarikum. Una escalera metálica conduce a la cima de esta pintoresca duna, que se puede subir con seguridad mientras se observan lagartos y arbustos exóticos. Aquí habita una gran variedad de flora y fauna, algunas incluso endémicas.

Por cierto, en este lugar se filmó una de las películas soviéticas más famosas: El sol blanco del desierto.

Contemplando la puesta de sol en el mar

Artaxerxes Longhand / Getty Images
Artaxerxes Longhand / Getty Images

¡No olvides que no solo estamos en las montañas, sino también junto al mar! Puedes pasar la tarde paseando por el bulevar Rodopski, que desemboca en el bulevar Stalski, o por la misma playa. No se recomienda bañarse, ¡pero una puesta de sol espectacular está garantizada!

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