
6 generales polacos que dieron la vida por Rusia

Además de Telegram, Puerta a Rusia difunde contenidos en su página de VKontakte. ¡Únete a nosotros!
El 29 de noviembre de 1830 se levantó el Reino de Polonia, parte autónoma del Imperio ruso. Los polacos querían lograr la independencia total o, al menos, ampliar sus derechos y libertades políticas.
Sin embargo, no todos los habitantes del Reino se unieron a la insurrección. Parte de los oficiales y soldados del ejército polaco permanecieron fieles al juramento al emperador ruso. Algunos de ellos tuvieron que pagar con su vida por ello.
1. Ignacy Blumer

Blumer combatió contra Rusia durante más de 20 años. Participó en la guerra ruso-polaca de 1792 y en el levantamiento de Tadeusz Kościuszko en 1794, más tarde luchó en las Legiones Polacas por Napoleón en Europa e incluso en Haití, y también participó en la invasión francesa de Rusia en 1812.
Tras la creación del Reino de Polonia, Blumer regresó a su patria y comenzó desde cero. Al servicio de Rusia llegó a general de división, fue miembro del Tribunal Militar Supremo y gozaba de la plena confianza del virrey, el gran duque Constantino Pávlovich.
El general fue asesinado en la primera noche de la insurrección, del 29 al 30 de noviembre de 1830, cerca del arsenal de Varsovia, cuando intentaba convencer a los soldados del 5.º regimiento de infantería de línea de no unirse al levantamiento.
2. Maurici Hauke

Hauke recorrió un camino militar similar al de Blumer, salvo que no participó en la invasión de Rusia por la “Grande Armée” de Napoleón, ya que servía como jefe de la guarnición de Zamość. En el Reino de Polonia, Hauke se convirtió en conde y senador.
El 29 de noviembre de 1830, intentaba abandonar la ciudad con su esposa e hijos cuando se topó con un grupo de insurgentes. Estos le propusieron unirse al levantamiento, pero recibieron un rechazo categórico. El general los llamó necios y les exigió regresar a los cuarteles, tras lo cual fue abatido a tiros delante de su familia.
3. Stanisław Potocki

Antiguo compañero de armas de Tadeusz Kościuszko, Stanisław Potocki comandaba en 1829 la 1.ª división de infantería del Reino de Polonia. La noche del levantamiento se dirigió al palacio Belvedere, residencia del virrey.
En una calle de Varsovia, el general fue rodeado por una multitud de insurgentes. Le propusieron convertirse en uno de los líderes de la insurrección, a lo que respondió: “¡Hijos, calmaos!”. El general recibió una herida mortal y falleció pocas horas después.
4. Józef Nowicki

Otro participante en el levantamiento de Kościuszko y en la invasión napoleónica de Rusia, Józef Nowicki, en el Reino de Polonia alcanzó el rango de general de brigada y ocupó el cargo de secretario general de la Comisión Militar Gubernamental.
Nowicki permaneció fiel a su juramento y murió en Varsovia el 29 de noviembre de 1830.
5. Tomasz Jan Siemiatkowski

Oficial de la “Grande Armée” de Napoleón, Jan Siemiatkowski se distinguió en las batallas de Smolensk y Leipzig. Luchó por el emperador prácticamente hasta su abdicación.
En el ejército del Reino de Polonia, Siemiatkowski comandó a los guardias de caballería ligera y posteriormente llegó a encabezar el Estado Mayor General. En 1830, por 20 años de impecable servicio, recibió una insignia de honor.
La noche del levantamiento, el general cumplía la orden del virrey defendiendo el palacio Sajón. Durante las negociaciones se produjo una agria disputa. Siemiatkowski resultó gravemente herido y murió al día siguiente.
6. Stanisław Trębicki

El más joven de los seis generales tenía 38 años al morir. Aun así, Trębicki ya había participado en la campaña rusa de 1812.
Tras el establecimiento del poder ruso, hizo una buena carrera: sirvió como ayudante de campo del virrey Constantino Pávlovich, y en 1828 se le otorgó el rango de general de brigada.
La noche del levantamiento, Trębicki se topó con un destacamento de insurgentes, que lo arrestaron y en dos ocasiones le propusieron pasarse a su lado. El general se negó, los llamó asesinos y fue fusilado.
Memoria

En 1841, por orden y proyecto de Nicolás I, se inauguró en Varsovia un monumento a seis generales y al coronel Filip Meciszewski, que “murieron por fidelidad a su monarca”.
Durante la Primera Guerra Mundial, cuando la ciudad fue ocupada por el ejército alemán, los habitantes intentaron desmantelarlo, pero las autoridades de ocupación no lo permitieron.
Solo después de la abdicación de Nicolás II en marzo de 1917, los alemanes dieron su visto bueno y el monumento fue derribado.