El niño de la calle que se convirtió en ministro de Cultura de la URSS

El niño de la calle que se convirtió en ministro de Cultura de la URSS
Puerta a Rusia (Foto: M. Dmitriev/Sputnik; Dominio público)
Gueorgui Alexándrov tuvo una vida llena de altibajos. Filósofo, académico, ministro de Cultura de la URSS y miembro del Partido Comunista, su deslumbrante carrera fue típica de la época soviética: partiendo de la nada, alcanzó las cimas del poder.

De un orfanato a una carrera académica

Se sabe poco sobre la juventud del que sería ministro de Cultura. Nacido en 1908, probablemente en San Petersburgo, perdió a sus padres y, a principios de la década de 1920, quedó en situación de calle. Posteriormente, fue ingresado en un orfanato en Tambov. Allí asistió a la Escuela del Partido Comunista, se unió al Komsomol y, a los 20 años, fue admitido en el PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética), la única vía para asegurar el éxito social y profesional en ese tiempo.

El niño de la calle que se convirtió en ministro de Cultura de la URSS Gueorgui Alexándrov
Dominio público

Gueorgui Alexándrov se graduó en el Instituto de Filosofía, Literatura e Historia de Moscú, donde continuó trabajando. A los 31 años defendió una tesis sobre Aristóteles y se convirtió en profesor.

Ascenso en el Partido

Simultáneamente, Alexándrov escaló posiciones en el Partido Comunista. Fue nombrado subdirector y luego director del Departamento de Agitación y Propaganda del Comité Central. También ocupó un cargo importante en la Escuela Superior del Partido Comunista, destinada a preparar a la burocracia soviética.

El niño de la calle que se convirtió en ministro de Cultura de la URSS Cartel de guerra de Kukriniksi, 1944
Museo de Historia Política de Rusia

Durante ese tiempo, escribió numerosos trabajos científicos sobre el marxismo-leninismo, incluyendo una de las primeras biografías de Iósif Stalin.

Grandeza y decadencia

Cuando comenzó la Gran Guerra Patria (Segunda Guerra Mundial en el frente soviético), Alexándrov seguía a cargo de la propaganda. Adaptó los mensajes de acuerdo con las necesidades del momento y escribió numerosos artículos políticos. Fue él quien acuñó el término “Gran Guerra Patria” para describir el conflicto contra la Alemania nazi.

También era un ferviente defensor de Stalin, citándolo frecuentemente en sus escritos. Posteriormente, recibió el Premio Stalin, una distinción otorgada por méritos en diversas áreas.

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Bettmann/Getty Images

En 1946, a pesar de no haber producido trabajos científicos significativos, fue nombrado académico. Sin embargo, al año siguiente, Stalin criticó duramente su obra Historia de la filosofía occidental. Según Stalin, Alexándrov había incumplido las normas ideológicas y había cometido el error de calificar a Karl Marx como un filósofo occidental.

Esto llevó a su destitución de su cargo en el Partido, aunque fue nombrado director del Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de la URSS.

El niño de la calle que se convirtió en ministro de Cultura de la URSS
TASS

Ministro de Cultura y escándalo sexual

Tras la muerte de Stalin, Alexándrov fue rehabilitado. En 1954, Nikita Jrushchov lo nombró ministro de Cultura, aunque solo ocupó el cargo durante un año.

El niño de la calle que se convirtió en ministro de Cultura de la URSS
Bettmann/Getty Images

Su carrera se vio truncada por un escándalo sexual conocido como el "Caso de los Gladiadores". Junto con otros ministros y académicos, Alexándrov organizaba reuniones en las que invitaban a jóvenes actrices y bailarinas, abusando de ellas.

El escándalo salió a la luz cuando la madre de una de las víctimas escribió una carta a Jrushchov. Furioso, el líder soviético reprendió a Alexándrov y otros implicados.

Según una anécdota, cuando Jrushchov le preguntó al académico Eloguin sobre su participación, este respondió: “Yo no hice nada malo, solo las acariciaba” (en ruso, gladit'), lo que dio origen al apodo del caso: el "escándalo de los gladiadores". Alexándrov fue destituido y relegado a la Academia de Ciencias de Minsk.

Una figura controvertida

Quienes lo conocieron no ahorraron críticas hacia Alexándrov. La famosa bailarina Maya Plisétskaya lo describió como “un hombre miserable y gris, como un gato con botas”.

El niño de la calle que se convirtió en ministro de Cultura de la URSS El escritor infantil Kornéi Chukovski
Mertsedin / Sputnik

El escritor Kornéi Chukovski dejó constancia en su diario de su comportamiento inadecuado y constante ebriedad. Al enterarse de su nombramiento como ministro de Cultura, escribió: “Es incapaz, ignorante, vulgar y mezquino. Basta con mirarlo cinco minutos para ver que es un burócrata sin relación alguna con la cultura. ¡Y lo hacen ministro de Cultura!”.

Se le acusaba además de plagio y amenazas. Aprovechando su posición, Alexándrov intimidaba a jóvenes investigadores, obligándolos a escribir libros que luego publicaba bajo su propio nombre.

A pesar de su ascenso meteórico y su trágica caída, la vida de Gueorgui Alexándrov refleja las contradicciones de la era soviética: una historia de oportunidades, poder, escándalos y desengaños.

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