Esta es la papilla rusa ideal tanto para deportistas como para ayunadores (Receta)

Hablando de la etimología de la palabra dubínushka, cabe destacar que sus orígenes son nativos de Rusia. Antiguamente, el apodo de “Dubina” se daba a un hombre fuerte y cordial. Así, por ejemplo, en la región de Smolensk, el fuerte y poderoso bogatir, (personaje épico y héroe de las leyendas populares rusas, y defensor de la Rus' de sus enemigos), era llamado muy a menudo dubínushka. Desde finales del siglo XIX, los leñadores y los transportistas de barcazas, así como durante cualquier otro trabajo duro y físico, empezaron a cantar canciones con las palabras “Hey, dubínushka, ujniem” (que se traduce como “sigamos adelante”).

El autor de la receta de las gachas “Dubínushka” es el famoso cocinero Vladímir Mijailov. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Vladímir trabajó como cocinero en el centro de rehabilitación del equipo nacional ruso. Está convencido de que quien quiera llevar una dieta adecuada y saludable debe incluir en ella cinco tipos de cereales: cebada perlada, trigo sarraceno, mijo, arroz y algo parecido a las judías o los guisantes.

Además, según Vladímir, las verduras crudas deben estar en la dieta de uno todos los días: remolachas, zanahorias, cebollas, coles y aceite vegetal. Este concepto sirvió de base a las gachas de avena “Dubínushka” y así fue como aparecieron por primera vez.

La ciencia nutricional moderna ha confirmado que las papillas de avena elaboradas con una mezcla de cereales son más saludables que las elaboradas con un solo tipo de grano, ya que cada grano tiene su propia composición química. Cuantos más granos se utilicen en la mezcla, mayor será el valor nutricional de las gachas. La receta de la “Dubínushka” se basa en este principio.

Así pues, desde el punto de vista de la ciencia dietética moderna, las gachas de diferentes tipos de cereales, que se colocan en capas y se combinan con verduras, son muy saludables. Igualmente importante, desde el punto de vista del sabor, es original y satisfactoria, pero al mismo tiempo sencilla y deliciosa.

Además de todas las ventajas mencionadas, las gachas de avena pueden interesar a quienes realizan ayunos, que en la iglesia ortodoxa es aproximadamente la mitad del año.

Ingredientes para 6 raciones

• Arroz - 100-120 g
• Grañones de trigo sarraceno - 100-120 g
• Cebada en grano - 100-120 g
• Cebada perlada - 100-120 g
• Mijo - 100-120 g
• Calabaza (rallada) - 1 taza o 250 g
• Cebolla - 2 piezas
• Zanahorias (medianas) - 3 piezas
• Pepino - 1 pieza
• Tomate - 1 grande o 2 medianos
• Remolacha (mediana) - 1 grande o 2 medianas
• Perejil (verde picado) - 2 cucharadas
• Agua (caliente) - 6 tazas
• Aceite vegetal (puede ser untuoso, un poco) - 30 ml
• Pan rallado - 100 g
• Sal - al gusto

Preparación:

Coger una cacerola de fondo grueso, sin asas de plástico, y lo suficientemente alta. Engrasa generosamente el fondo con aceite y espolvorea con pan rallado.

Pelar las remolachas y rallarlas en un rallador; luego ponerlas en la cacerola, ésta será la primera capa.

Lavar el mijo hasta que el agua tenga un color claro y transparente. A continuación, ponlo encima de la remolacha. Esta es la segunda capa.

Pelar las zanahorias, rallarlas en un rallador y colocarlas encima del mijo. Esta es la tercera capa.

Lavar bien el arroz y ponerlo encima de las zanahorias. Esta es la cuarta capa.

Corta los tomates en círculos o cubos y colócalos sobre el arroz.

Corta el pepino en círculos o cubos y colócalo sobre los tomates. Espolvorear con perejil. Esta es la quinta capa.

Lavar el trigo sarraceno y colocarlo encima. Esta es la sexta capa.

Pelar la cebolla, cortarla en medios aros y colocarla sobre el trigo sarraceno. Esta es la séptima capa.

Lavar los granos de cebada y colocarlos sobre las rodajas de cebolla. Espolvorear la cebada perlada lavada por encima. Esta es la octava capa.

A continuación, pon la calabaza rallada sobre la cebada perlada. Esta es la novena capa.

Verter agua salada caliente sobre las gachas. Poner la cacerola al fuego y cocinar durante 20-30 minutos. A continuación, retira la cacerola, cúbrela con una tapa y deja que se infusione durante otra hora. El líquido debe ser absorbido completamente por los granos.

Volcar la olla de gachas calientes en el plato. Debería tener un pastel de capas que luego se puede cortar en deliciosas porciones. ¡Que aproveche!

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