¿Cómo sobreviven las ardillas al frío extremo de Yakutia?
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En 1929, el zoólogo soviético Nikolái Ognióv distinguió a la ardilla yakuta como una subespecie aparte. Esto significa que, tras habitar durante largo tiempo en las duras condiciones de Yakutia, estos roedores adquirieron diferencias importantes respecto a la ardilla común.
La principal es su pelaje inusual. La ardilla yakuta luce un abrigo que va del gris oscuro al casi negro, con una franja blanca en el pecho. En invierno, su pelaje se vuelve aún más denso y espeso, con un tono ligeramente azulado. Esto le permite camuflarse entre los bosques nevados.
Y, precisamente por su lujoso pelaje, la ardilla fue en otros tiempos objeto de la industria peletera, junto con la marta cibelina.
La evolución se ha encargado de que la ardilla yakuta pueda sobrevivir incluso a las heladas más extremas. A diferencia de otros animales, permanece activa durante el día, en las horas más cálidas, y cuando el frío se vuelve insoportable, puede pasar varios días en su madriguera ahorrando energía. Su hogar lo aísla no solo con musgo del bosque, sino también con su propio pelo.
La ardilla yakuta puede encontrarse no solo en los bosques de Yakutia, sino también en algunas zonas de Kamchatka. Al parecer, llegó a la península por sí sola hace apenas un siglo.