Cómo Lev Tolstói ganó una vez ‘dinero para un té’

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Naturalmente, en la finca de Tolstói, Yásnaia Poliana, también se agasajaba con té a los numerosos visitantes. Por ejemplo, en 1907 recibió allí a un grupo enorme de niños (800 en total). Pasaron el día jugando, disfrutando del verano despreocupado y, por supuesto, bebiendo té. Sofía Andréievna, la esposa del escritor, recordaba que aquel día se bebieron unos 60 cubos de té, es decir, más de 700 litros.

Gracias al té, Lev Tolstói pudo, inesperadamente, ganar algo de dinero extra en una ocasión. Un día se encontraba en una estación, en cuyo andén estaba a punto de salir un tren. Al verlo desde la ventanilla, un anciano de barba y ropa sencilla, una de las pasajeras le gritó que le trajera a su compañera algo del buffet de la estación. Él hizo lo que le pedían y recibió cinco kópeks “para (tomarse) un té”. Los demás viajeros del vagón, al darse cuenta de que quien estaba en el andén era el propio conde Tolstói, comenzaron a murmurar. La dama, al percatarse de su error, se disculpó con el escritor y le pidió que le devolviera la moneda de cinco kópeks. Pero el escritor solo sonrió: “Pues no, no voy a devolver la moneda de cinco kópeks… ¡Puede que sea la única moneda de cinco kópeks que he ganado honestamente…!”. Y se guardó la moneda en el bolsillo.