Cómo un empresario francés se convirtió en ayudante de baño en Rusia

Archivo personal
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Arnaud Fass asegura que no fue él quien eligió a Rusia ni a la bania rusa (casa de baños), sino que fueron ellos quienes lo eligieron a él. Se entregó a ese destino hace más de 20 años. Y es muy feliz.

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Arnaud Fass es originario de Estrasburgo, Francia, pero ahora vive en Tula, a 200 km de Moscú. Llegó por primera vez a Rusia en 2001 y se quedó. Se dedicó a los negocios y después se convirtió en maestro de vapor profesional: hace disfrutar a los amantes del baño ruso en una auténtica bania.

¿Por qué Rusia?

En Francia, Arnaud se graduó en una escuela de negocios y participó en varios emprendimientos. En sus veintes comenzó a viajar mucho: vivió en Grecia, España, Egipto y Sudamérica.

“Quería aprender idiomas, conocer gente, conversar”, recuerda el francés.

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El padre de Arnaud tenía una tienda de telas, mientras que su abuelo se dedicaba a la sastrería. Y él mismo comenzó su camino en Rusia… con telas.

Llegó por primera vez a Moscú en 2001, trabajando como director de exportaciones para Europa del Este en una empresa francesa.

Esposa rusa

En 2009, Arnaud se casó con Svetlana. Se conocieron en una feria comercial en Fráncfort: ella trabaja con telas y fue a comprar al stand de Arnaud.

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“Todo el mundo sabe que las mujeres más bellas del mundo viven en Rusia. Y antes de conocer a Svetlana pensaba: ¡Dios, cómo elige la gente aquí con tantas posibilidades! Pero luego entendí: cuando encuentras a la persona adecuada, hermosa por dentro y por fuera, cuando es inteligente y paciente. Esa es mi esposa”.

Una boda rusa inolvidable

“En Francia es distinto. Nos reunimos para un aperitivo, vamos a la iglesia, luego cenamos con un círculo reducido… Pero aquí hay varias etapas y cada una más interesante que la anterior”.

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Primero, el “rescate” de la novia. “Subí por las escaleras del edificio de apartamentos para ‘comprar’ a la novia. Llevé todo el dinero, muchos billetes de distintos países. ¡Pero no los querían: solo aceptaban monedas!”.

Luego Arnaud tuvo que dibujar a su novia. “Hice lo mejor que pude: orejas, nariz, dos ojos… ¡Y me trajeron a otra mujer! ‘¿No dibujaste a esta? ¡Llévatela!’”, recuerdan entre risas.

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En el registro civil, Arnaud temía perder el momento en que debía decir “sí” (la versión rusa del “acepto”). En aquel entonces aún hablaba mal el ruso. “Gracias a Dios, primero preguntaron a mi esposa y, cuando llegó mi turno, lo dije como si lo hubiera estado esperando durante días: ‘¡Síííí!’”

La pareja ahora tiene una hija llamada Polina.

Cómo un vendedor de telas se convirtió en ayudante de baño

“Un día, durante el confinamiento por el Covid, me pregunté: ¿qué estoy haciendo con mi vida? ¿Qué podría interesarme de verdad?”, recuerda Arnaud.

Para entonces ya había construido un negocio y disponía de tiempo libre para su familia, para sí mismo. Y para la bania.

El francés siempre había amado la casa de baños rusa, pero nunca imaginó que podría vincular su vida profesional a ella.

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La casualidad decidió el asunto. Una pariente de su esposa trabajaba como masajista en un complejo de spa, pero sus clientes pedían con insistencia rituales de baño. Así que le pidió ayuda a Arnaud: “¡Te encanta la sauna, te gusta esta de cara al público la gente! ¿No quieres aprender y ayudarme?”.

Entonces lo pensó seriamente, empezó a ver vídeos de formación y comprendió que el arte del vapor no era solo agitar una escoba en una sala caliente: era todo un arte.

En 2021, Arnaud asistió a un festival de bania.

“Conocí a maestros que cobraban 3, 5, 10 mil rublos (unos 30, 50 y 100 dólares respectivamente) por una sesión, pero cuando me vieron gritaron: ‘¡Ven aquí, francés!’. ¡Y todos me dejaban darme una sauna gratis! Ahí entendí: este es mi lugar”.

En ese festival Arnaud encontró un maestro famoso, luego otro. Y así, tras aprender de los mejores en distintas corrientes, empezó a trabajar por su cuenta.

El francés maestro del vapor en Rusia

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Durante su largo tiempo en Rusia, dice haberse vuelto un poco ruso él mismo. “Díganme, ¿hay acaso una profesión más rusa que la de maestro de vapor?”, pregunta el francés.

La versión completa de la entrevista fue publicada en ruso en la revista Nation.

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