Las 5 ‘banias’ rusas más insólitas: desde el espacio hasta bajo el agua
1. ‘Bania’ en el espacio
Antes de la invención de la bania espacial, los cosmonautas se veían obligados a utilizar toallas húmedas, pero esto sólo resolvía parcialmente el problema de la higiene en el espacio. En los años 60, el inventor e ingeniero Alexánder Massarski, jefe de una oficina de diseño de estudiantes universitarios, diseñó un cubículo térmico portátil apodado "casa de baños en una maleta", y se decidió adaptarlo para su uso en las estaciones espaciales.
Para organizar un día de bania, los cosmonautas bajaban un "cubículo" del "techo" al "suelo". Estaba hecho de una película de polietileno con una cremallera en el centro. Un cosmonauta subía al interior y el agua caliente se suministraba al "cubículo" mediante una boquilla de pulverización. A continuación, el agua se succionaba desde abajo utilizando el principio de la aspiradora.
"Nuestra sauna funcionó en las estaciones espaciales Saliut-6, Saliut-7 y Mir, luego fue arrojada al mar junto con la estación Mir, y desde entonces este tipo de sauna no se ha vuelto a utilizar en el espacio", dijo Massarsk en una entrevista a la agencia de noticias TASS.
La instalación de baño en la estación orbital Mir era un gran cubículo cilíndrico hermético en cuyo interior se generaba vapor que requería una gran cantidad de agua. La imitación de una bania real tuvo tanto éxito que los cosmonautas pudieron incluso utilizar veniks (manojos de ramas frondosas utilizados tradicionalmente en la bania rusa).
Parece que, en cierto modo, la tecnología espacial ha dado un paso atrás. La actual Estación Espacial Internacional carece hasta de ducha, por lo que los exploradores espaciales de hoy en día sólo disponen de toallitas húmedas.
2. ‘Bania’ en los submarinos nucleares
Las primeras banias submarinas se instalaron a bordo de los submarinos pesados de misiles balísticos Arcángel y Severstal (Proyecto 941 Akula; o clase Typhoon según la clasificación de la OTAN). Los Akula son los mayores submarinos jamás construidos y, por sus cómodas condiciones de vida, los marinos los llaman "Hiltons flotantes". Además de una sauna, tienen una piscina de 4 x 2 metros y dos metros de profundidad, así como un solárium y un gimnasio.
Los portaviones submarinos estratégicos de la clase Boréi también tienen banias. "La bania de [esta clase de] portamisiles está diseñada para albergar a tres-cuatro personas. Está revestida de madera de álamo porque, bajo las tensiones que experimenta el casco del submarino, los paneles de madera blanda se desintegrarían rápidamente, mientras que el álamo puede soportar fuertes tensiones", dijo Vitali Bukovski, jefe del taller de muebles de la planta de defensa Sevmash, el mayor astillero de Rusia, en una entrevista con TASS.
3. ‘Bania’ en las vías del tren
El primer tren bania se montó en Rusia en 1904 para las necesidades de la Cruz Roja. Constaba de cuatro vagones: lavanderías con máquinas de lavar de accionamiento manual y salas de desinfección para garantizar las normas de higiene en el campo. Durante la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, una bania móvil de este tipo prestó servicio a los hospitales y enfermerías militares del Extremo Oriente.
En la Primera Guerra Mundial se pusieron en funcionamiento hasta tres trenes bania en distintos sectores del frente. El primero de ellos constaba de 19 vagones, dos vagones cisterna y una locomotora. A bordo había banias, salas de despiojamiento y desinfección, talleres de botas y uniformes, vestuarios, un salón de té, una cantina y una cocina. Las lavanderías móviles se alojaban en trenes separados.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la URSS envió cerca de 100 trenes bania con el fin de prevenir la propagación de epidemias. Viajaban por las rutas más diversas. Por ejemplo, el 38º tren de desinfección de bania y lavandería, construido en Tiumén, "se abrió paso" por Stalingrado, Brest, Minsk, Praga, Varsovia y Berlín.
4. ‘Bania’ sobre ruedas
En comparación con los ejemplos anteriores, una bania instalada en la parte trasera de un camión no parece nada fuera de lo común. Los servicios de una bania de este tipo están disponibles todo el año y están ganando rápidamente popularidad entre los devotos de la caza y la pesca.
Una bania sobre ruedas con capacidad para 3-5 personas consiste en una furgoneta de carga aislada térmicamente sobre un chasis Kamaz, ZIL o GAZ, con dos compartimentos revestidos de madera: una sala de vapor y un vestuario con ducha. Se instala una estufa en el exterior y un depósito de agua en el interior. Para evitar que las piedras de la estufa se desprendan cuando la furgoneta está en movimiento, están "enhebradas" en un alambre como un collar de cuentas.
En un autobús se puede instalar una bania más espaciosa, adecuada para un grupo de más de cinco personas. Además de las instalaciones estándar, puede tener una ducha independiente, un bar, un aseo portátil, una zona de relax e incluso una sala de masajes.
5. ‘Bania’ subterránea
La bania subterránea se considera simplemente una solución práctica que permite a los aficionados a las salas de vapor ahorrar en troncos y en aislamiento térmico. Los principales aspectos que no deben escatimarse al construir una bania de este tipo son el drenaje, la ventilación y la impermeabilización (para evitar el agua subterránea).
En la antigua Rusia, se usaba una especie de refugio subterráneo para lavarse, que se calentada por el fuego y se llamaba "istobka". Fue la precursora de la bania rusa moderna. Para construir una istobka había que cavar una fosa en el suelo de aproximadamente un metro de profundidad y colocar postes de soporte alrededor del perímetro, que sobresalían aproximadamente otro metro por encima del suelo. Los tejados consistían en una cubierta de troncos, o podían ser de doble pendiente, lo que resultaba más conveniente para extraer el humo. Se cubrían con palos, varas y paja, se recubrían de arcilla y se enterraban en la tierra, que luego se llenaba de hierbas silvestres, escribe Yuri Joréiev en su libro Teoria sobre las casas de baños. En invierno, la nieve en el tejado creaba una capa adicional de aislamiento térmico. Las estufas de estas istobkas, situadas en la parte posterior de las cámaras subterráneas, sólo tenían una única abertura lateral, que se utilizaba tanto para añadir leña como para la extracción de humo. Las características de diseño de una bania de este tipo implicaban niveles de humedad elevados.
Las "banias subterráneas" no eran menos populares en el Cáucaso. Se construían siguiendo el modelo de los hammams orientales: estructuras arqueadas y abovedadas hundidas dos o tres metros en el suelo con salas de horno separadas.
En Derbent (República de Daguestán) se conserva una bania de este tipo, conocida como Devichia ("baño de doncellas"). Construida en el siglo XIII, estaba destinada a la ablución prenupcial de las muchachas. En la actualidad, el edificio alberga el Museo de la Cultura y la Vida Cotidiana de la Antigua Derbent.
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