
Así defendió el Ejército Rojo el Cáucaso de los nazis (Fotos)

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En mayo de 1942, el Ejército Rojo sufrió una dura derrota cerca de Járkov. Los alemanes aprovecharon la debilidad del enemigo y, el 28 de junio, iniciaron la Operación Azul, la campaña por el petróleo caucásico.
En ese momento, la mayor parte del petróleo usado por la Unión Soviética se producía en el norte del Cáucaso y la RSS de Azerbaiyán. La captura de esos campos habría resuelto los constantes problemas de combustible de Alemania y, al mismo tiempo, asestado un golpe serio a la capacidad de combate del Ejército Rojo.

El 25 de julio de 1942, unidades del Grupo de Ejércitos A cruzaron el río Don y comenzó la Batalla del Cáucaso. El Grupo de Ejércitos B cubría la campaña petrolera y avanzaba hacia Stalingrado y el Volga, una dirección considerada entonces secundaria.
Las tropas soviéticas eran inferiores al enemigo en una proporción de 1,5 a 1 en personal, 2 a 1 en artillería y de 8 a 1 y 9 a 1 en aviación y vehículos blindados, respectivamente.

“El Estado Mayor… llegó a la conclusión de que sería difícil combatir a los tanques enemigos en las estepas del Kubán, especialmente porque teníamos mucha caballería y pocas armas antitanque en el norte del Cáucaso, y no había líneas adecuadas cercanas para organizar la defensa”, recordaría el general Semión Shtemenko.
En combates de retaguardia, las tropas soviéticas abandonaron las fértiles tierras del Kubán y se replegaron a las estribaciones de la Cordillera Principal del Cáucaso, donde se levantaron fortificaciones de emergencia. El 9 de agosto, la Wehrmacht tomó Piatigorsk y, el 10, Mineralnie Vodi.

El mando soviético creía desde hacía tiempo que los pasos montañosos eran infranqueables para grandes grupos de tropas. Por ello, muchos ni siquiera tenían puestos de vigilancia.
Las unidades de infantería de montaña alemanas demostraron lo equivocado de ese juicio. El 21 de agosto, soldados de la 1ª División de Montaña Edelweiss izaron banderas alemanas en la cima del monte Elbrús, mostrando visualmente la conquista del Cáucaso.

Luego se libraron feroces batallas por Tuapsé, y el 28 de octubre cayó Nálchik. El 2 de noviembre, los alemanes llegaron a las afueras de Ordzhonikidze (actual Vladikavkaz), con la intención de abrirse paso hasta Grozni. Pero el 5 de noviembre, el Ejército Rojo lanzó una contraofensiva en esa zona.
Debido a la tenaz resistencia soviética, el ritmo del avance alemán se ralentizó. El enemigo ya no podía avanzar en un frente amplio y solo actuaba en zonas puntuales

Así recordaba el telegrafista Efim Cherniavski la lucha por la pequeña ciudad petrolera de Malgobek, que cambió de manos muchas veces:
“Todo estaba mezclado con tierra, sangre y lodo: gente, armas... Una vez más transmití datos del teniente a la división y las Katiushas lanzaron una andanada contra los alemanes, cubriendo nuestras trincheras al mismo tiempo... Quedé gravemente aturdido y la radio fue destruida por la metralla. Salí arrastrándome de la trinchera, veía oscuro, me sangraban los oídos, todo estaba envuelto en humo y luego perdí el conocimiento. Desperté tres días después en el hospital...”

El 19 de noviembre de 1942 comenzó cerca de Stalingrado la ofensiva soviética Operación Urano. El Grupo de Ejércitos B necesitaba desesperadamente refuerzos, y el Ejército Rojo en el Cáucaso trataba de inmovilizar a las fuerzas enemigas y evitar su transferencia al Volga.

El 1 de enero de 1943, las tropas soviéticas que defendían el Cáucaso lanzaron una gran ofensiva. Ahora tenían ventaja: en personal, 1,5 veces; en artillería, aviación y tanques, casi el doble.
A mediados de enero, fueron liberadas Mineralnie Vodi, Piatigorsk y Kislovodsk, y el 21 de enero, Stávropol. A inicios de febrero, soldados del 46.º Ejército retiraron las banderas alemanas del monte Elbrús e izaron banderas soviéticas.

El mando soviético pretendía rodear al Grupo de Ejércitos A, como ocurrió con el grupo de Friedrich Paulus en Stalingrado. Sin embargo, el enemigo comenzó a retirarse a tiempo y no fue posible cercarlo en una “caldera”.
Los alemanes se replegaron a posiciones reforzadas en la península de Tamán, la llamada Línea Azul. Los intentos de romperla fracasaron durante toda la primavera y el verano de 1943.

Al mismo tiempo, la Fuerza Aérea Soviética logró una victoria brillante sobre la Luftwaffe en una gran batalla aérea sobre el Kubán. Participaron hasta 2.000 aviones entre ambos bandos.

En la primera mitad de septiembre de 1943, tras cruentos combates, el Ejército Rojo logró romper la Línea Azul y obligó a las tropas alemanas a evacuar hacia Crimea. El 9 de octubre, la península de Tamán fue completamente liberada del enemigo, lo que marcó el fin de la Batalla del Cáucaso.