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¿Por qué los rusos están obsesionados con los diminutivos?

Puerta a Rusia (Foto: Ozersky/Sputnik)
Los hablantes nativos de ruso modifican las palabras para expresar cercanía, afecto o pequeñez casi en cualquier frase. Además, la mayoría de los nombres rusos tienen una forma diminutiva. ¡Te contamos por qué!

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A veces, los extranjeros se sorprenden al descubrir que “Vsévolod” y “Seva” pueden ser la misma persona. Pero “Seva” es un diminutivo, es decir, una forma abreviada y más familiar de “Vsévolod”. En contextos informales o entre personas cercanas, es muy probable que se usen estas versiones afectuosas. No “Alexandra”, sino “Sasha”. No “Olga”, sino “Olia”.

Los rusos van un paso más allá y usan formas todavía más cariñosas, como “Sáshenka” u “Ólechka”. Incluso palabras tan comunes como bábushka (“бабушка”, “abuela”) y dédushka (“дедушка”, “abuelo”) son, en realidad, diminutivos de babka y ded, que suenan algo bruscas. Del mismo modo, mama (“мама”, “mamá”) y papa (“папа”, “papá”) son diminutivos de mat (“мать”, “madre”) y otets (“отец”, “padre”).

¿Cómo surgieron los diminutivos?

Las formas diminutivas se crean mediante sufijos, y el ruso tiene una gran variedad de ellos: "-ak-", "-ek-", "-chik-", "-onk-", "-ushk-", entre muchos otros. No solo los sustantivos, sino también los adjetivos pueden adoptar estas formas. Por ejemplo, a veces no dicen molodói (“молодой”, “joven”), sino molódenki (“молоденький”, “jovencito”).

Estas formas aparecen desde la literatura rusa antigua y el folclore, como en la famosa izbushka na kuryij nózhkaj (“избушка на курьих ножках”, “una casita sobre patas de gallina”). En las obras de los escritores del siglo XIX también abundan los diminutivos de nombres: "Márfinka" (de “Marfa”), "Pólinka" (de “Polina”), "Fédinka" (de “Fiódor”) o "Lízanka" (de “Elizaveta”).

Eso sí, la ortografía moderna ha cambiado, así que no conviene usar estos textos como referencia normativa.

Curiosamente, con el tiempo, muchas palabras con sufijos diminutivos se han convertido en términos independientes. Por ejemplo, molotok (“молоток”, “martillo”) proviene de mólot (“молот”, “mazo”), y bulavka (“булавка”, “alfiler”) deriva de bulava (“булава”, “maza”).

“El diminutivo se convirtió en una unidad independiente y dejó de referirse al nombre de algún otro objeto de tamaño estándar”, explica la filóloga Irina Fufáieva, de Gramota.ru (Грамота.ру).

¿Cómo se usan en el ruso moderno?

V.Orlov / Sputnik

Los sufijos y formas diminutivas siguen siendo muy populares, especialmente entre los jóvenes y en internet. Un ejemplo frecuente es serdechko (“сердечко”, “corazoncito” o “cariño”), derivado de serdtse (“сердце”, “corazón”). En redes sociales es común leer frases como “¡Popalo v sámoye serdechko!” (“¡Ha llegado directo al corazoncito!”), y serdechko incluso da nombre al emoji ♥️.

Según la lingüista Tamara Skok, cada género percibe los diminutivos de forma distinta. Para muchos hombres, pueden sonar condescendientes o incluso despectivos. Los sufijos diminutivos a veces tienen ese efecto: no es lo mismo decir mílaya dévochka (“милая девочка”, “dulce niña”) que nevospítanaya devka (“невоспитанная девка”, “tía maleducada”).

En cambio, para las mujeres suelen tener un matiz afectuoso, especialmente porque se usan con frecuencia al hablar con los hijos: dóchenka (“доченька”, de doch, “hija”), sinóchek (“сыночек”, de sin, “hijo”), ruchka (“ручка”, de ruká, “mano” o “brazo”), zaika (“зайка”, de zayats, “liebre” o “conejito”), etc.

El habla cargada de diminutivos también es común en entornos laborales femeninos. Por ejemplo: “Marínochka, podpishí mne dogovórchik” (“Мариночка, подпиши мне договорчик”, “Marínochka, por favor firma este contratito”). O en los salones de belleza: “¡Dévochki, zapísvayemsya na nogotochki!” (“Девочки, записываемся на ноготочки!”, “¡Chicas, apúntense para las uñitas!”).

Entonces, ¿por qué son tan populares?

Ni siquiera los filólogos tienen una respuesta del todo clara. La tendencia del ruso a expresar emociones mediante diminutivos no es nueva, pero su fuerza varía con el tiempo. ¿Por qué resurgen con tanta intensidad en ciertos momentos? “La causa de cualquier cambio lingüístico siempre conserva un punto de misterio”, concluye Irina Fufáieva, de Gramota.ru (Грамота.ру).