Así practicaba deporte Lev Tolstói

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Lev Tolstói prestaba gran atención a mantenerse en buena forma. Sus actividades físicas eran muy variadas: hacía ejercicios matutinos, daba largos paseos (¡llegó a recorrer casi 200 km de Moscú a Yásnaia Poliana y de regreso!), patinaba y construyó una de las primeras pistas de tenis de Rusia en su finca cerca de Tula.

A los 67 años aprendió a montar en bicicleta, y esta nueva afición fue recibida con entusiasmo por el público. Su hija, Tatiana Sujótina-Tolstáia, recordaba que en el estudio de su padre había una barra de hierro instalada entre las columnas. Él mismo hacía ejercicios en ella y supervisaba los entrenamientos de su hija.

Gracias a ello, el escritor se mantuvo en excelente forma incluso en la vejez. Su esposa, Sofía Andréievna, anotó en su diario que, poco antes de cumplir 70 años, Tolstói compró dos pesas de tres kilos para sus entrenamientos.

Una de las pasiones deportivas de Tolstói era el juego de gorodkí. El secretario del escritor, Valentín Bulgákov, recordó que, incluso a los 82 años, Tolstói aún cogía ocasionalmente un bate de gorodkí, aunque (según el autor de las memorias) se trataba más de un ejercicio físico que de un juego propiamente dicho.