4 secretos de la novela ‘Anna Karénina’, obra maestra de Lev Tolstói
Si se relee el mismo libro a distintas edades o incluso con distintos estados de ánimo, suelen surgir nuevos detalles y significados. Pável Basinski, experto en la obra y autor de una biografía de Lev Tolstói, ha releído Anna Karénina una docena de veces, y cada vez le ha parecido una novela completamente diferente. Fue entonces cuando decidió reunir sus notas, descubrimientos y reflexiones bajo una sola cubierta en La verdadera historia de Anna Karénina (AST, editada por Elena Shubina, 2022). He aquí algunos de sus hallazgos más curiosos.
Una novela inspirada en Pushkin
Tras el éxito de Guerra y paz, Tolstói decidió profundizar en la historia y escribir una novela sobre Pedro el Grande, pero no consiguió imágenes orgánicas y no podía sentir como propia una época demasiado lejana. La crisis creativa fue sustituida por una epifanía en otro campo: “una novela de la vida de una época privada y moderna”. En 1873 en las manos de Tolstói cayó accidentalmente, gracias a esposa Sofía Andréievna un volumen de Cuentos de Belkin de Pushkin, y comenzó a releer, especialmente inspirado por el pasaje inacabado “Los huéspedes han llegado a la casa de campo”. Describe el comienzo de una velada de ópera de la alta sociedad con la súbita aparición de una tal Vólskaia, que de inmediato llamó la atención de todos. “Es terriblemente ventosa”, dicen de ella en la multitud, y se rumorea que tiene un amante.
A Tolstói le encantó que Pushkin “fuera directamente al grano”, metiera al lector en el meollo de la cuestión de una vez, y decidió experimentar él mismo con una forma similar. Sin embargo era con una esquema de toda una novela. Y si el pasaje de Pushkin comienza “Los invitados llegaban a la dacha”, la novela de Tolstói introduce inmediatamente al lector con una breve frase: “Todo está mezclado en la casa de los Oblonski”.
En uno de los muchos borradores de Karénina, Tolstói también comenzó con la descripción de una velada social y el rumor de la infidelidad de una dama. Pero al final decidió empezar no con una recepción “romántica”, sino con una escena familiar ordinaria en el hogar de los Oblonski. Es un elemento secundario en la novela, pero, como señala Basinski, “refleja la vida misma en su forma no adulterada”.
Por cierto, la imagen de Karénina se inspiró en el conocimiento que tenía Tolstói de la hija mayor de Pushkin, la bella Maria Gartung, que le causó una gran impresión.
Anna Karénina, ¿plagio de Madame Bovary?
Gustave Flaubert escribió su novela 20 años antes de Anna Karénina. Aunque no hay pruebas directas de que Tolstói leyera Madame Bovary, la trama es muy similar: unaa esposa engaña a su virtuoso marido y se suicida (Bovary es envenenada). Basinski cree que Tolstói omitió deliberadamente su conocimiento de esta novela de Flaubert. Comentó otras obras del autor y, en una conversación con periodistas franceses, calificó a Flaubert de gran maestro. La propia Karénina guarda silencio sobre su conocimiento del escritor francés: en una conversación con Levin menciona que ha leído a Emile Zola y a Alphonse Daudet, pero no menciona a Flaubert, aunque este autor de moda simplemente no podría haber pasado desapercibido para la dama de sociedad. Basinski cree que el propio autor está detrás del silencio de Karénina.
Indirectamente, Tolstói da una respuesta a la posibilidad de plagio al hablar de la literatura francesa: “No comparto la idea de una continuidad Stendhal - Balzac - Flaubert. El genio no se deriva de otro: el genio siempre nace independiente”.
Basinski también examina en detalle las figuras de Anna Karénina y Emma Bovary, y las encuentra casi opuestas. Anna es una dama de sociedad que vuelve locos a los hombres, mientras que Emma sólo sueña con serlo. Anna es “un tifón que arrastra a otros y los destruye”. Emma es una víctima indefensa de su sueño de un gran y hermoso amor.
Tolstói se describe a sí mismo en el personaje de Levin
En el primer borrador de una novela todavía “muy secular”, no había ninguna línea de Kitti y Levin, y sin embargo la novela también es muy apreciada por esta parte. Konstantín Levin es quizás el único personaje que tiene un prototipo totalmente preciso: el propio autor. Tanto el infructuoso primer emparejamiento con Kitti, como el trabajo en el campo y el carácter algo “salvaje” de Levin son, sin duda, rasgos precisos de la personalidad y la biografía de Tolstói.
Después del suicidio de Anna, cuando según todos los cánones la novela podría haber terminado, Tolstói continúa, y narra la vida cotidiana y rural de Levin. Las numerosas adaptaciones a la pantalla se interrumpen justo en este punto, y el editor de Tolstói tampoco quiso imprimir esta parte. La novela se publicó por partes en Russki Vestnik y el final no pudo imprimirse por razones políticas: Levin habla negativamente de los voluntarios rusos en la guerra serbo-turca de 1876-1877 (donde Vronski acude desesperado tras la muerte de Anna). Todo el mundo comprendió que estos eran los pensamientos del propio pacifista Tolstói.
Sin embargo, para explicar la decisión a los lectores, el editor hizo una nota: “En el libro anterior, en la novela Anna Karénina el final sigue. Pero con la muerte de la heroína terminó la novela propiamente dicha”. “¡Tolstói estaba furioso! Para él, la historia de Levin y Kitti era mucho más importante que la de Anna y Vronsky, porque era su historia”, escribe Basinski.
Tolstói tomó prestada de la vida real la escena del tren
En la literatura rusa, los personajes femeninos preferían ahogarse antes que arrojarse bajo un tren. “El propio Tolstói no habría pensado en una escena así. Era demasiado radical para la época”, dice Basinski. ¿De dónde salió semejante giro argumental?
No muy lejos de la finca familiar de Tolstói, en Yásnaia Poliana, hay un cementerio eclesiástico donde están enterrados los familiares del escritor. También hay una lápida abandonada de una tal Anna Pirogova. Esta joven soltera de 32 años decidió arrojarse bajo un tren para vengarse del vecino de Tolstói, el terrateniente A.N.Bibikov, para el que trabajaba como ama de llaves. Este último tuvo una aventura con ella y luego le propuso matrimonio a otra mujer. Este trágico suceso está recogido en el diario de la esposa de Tolstói, Sofía Andréievna. Según Basinski, el escritor estuvo presente en la autopsia de su cuerpo y quedó profundamente impresionado (como en la novela Vronski por la visión de la Anna muerta).
En la versión preliminar de la novela, por cierto, el cuerpo de Karénina se encontró en un río. “Ninguna de las variantes [del suicidio] golpea tanto la imaginación como la escena en la que una mujer joven y hermosa se deja aplastar por un armatoste de varias toneladas”, dice Basinski. La escena se convirtió posteriormente en un icono del teatro y el cine, con estrellas como Greta Garbo, Vivien Leigh, Sophie Marceau, Keira Knightley y muchas otras. Para una actriz, es como el monólogo de Hamlet Ser o no ser”, dice Basinski.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: 7 datos sobre Tolstói que no conocías y te sorprenderán