Encanto parisino y añoranza de Rusia en los cuadros de Serebriakova (Imágenes)
Zinaída Serebriakova, una de las más importantes artistas rusas, fue miembro del legendario movimiento ‘Mir Iskustva’ (‘el mundo del arte’) y vivió dos vidas: en Rusia y en Francia.
Zinaída Serebriakova procedía de la numerosa familia de artistas Benoit-Lansere. El apellido francés Benoit se remonta a Louis Jules Benois, un maître de la corte francesa que se trasladó al Imperio Ruso en el siglo XVIII. Desde entonces, toda la familia vivió en Rusia. Zinaída nació en la finca de Neskuchnoe, en la provincia de Kursk (a unos 550 kilómetros de Moscú). Su padre, Yevgueni Lansere, era escultor, mientras que su madre, Yekaterina, hermana del artista Alexander Benois, era artista gráfica.
Retrato del tío Mijail Benoit, 1910
A pesar de su incompleta educación artística, mantuvo un estrecho contacto con su tío, Alexander Benois, que fundó, junto con Serguéi Diaghilev, la asociación ‘Mundo de las Bellas Artes’. Fue la tradición familiar la que destinó a Serebriakova a recorrer el camino del artista.
Naturaleza muerta con atributos de las artes, 1922
Su infancia y juventud transcurrieron en la finca Neskuchnoe, que pertenecía a su abuelo. Este pueblo se encuentra hoy en día no muy lejos de Járkov, en Ucrania. Durante este periodo, Zinaída prestó mucha atención al trabajo de los campesinos y las jóvenes en los campos y los alrededores del pueblo. Este tema se convertiría en un estribillo constante en su obra.
En la cocina, 1923
En 1886, tras la muerte de su padre, la familia se trasladó de su finca ancestral a San Petersburgo. Zinaída se graduó en un gimnasio para chicas e ingresó en la escuela de arte. En 1902-1903, durante un viaje a Italia, realizó numerosos bocetos y estudios del natural.
Veranda en primavera, hacia 1900
En 1905 se casó con su primo, Borís Serebriakov, y los recién casados partieron rápidamente a París, donde Zinaída asistió a la Academia de la Grande Chaumiere y realizó muchos dibujos de la naturaleza.
Retrato de Boris Serebryakov, 1905
Un año después, la pareja regresó a su casa en Neskuchnoe. Zinaída trabaja intensamente, creando bocetos, retratos y paisajes. Sus primeras obras ya dejan entrever su estilo único y su gama de intereses. Su primer éxito real llegó en 1910, cuando Zinaída Serebriakova tenía 26 años.
Retrato de la artista Lola Braz, 1910
El apogeo de su creatividad tuvo lugar entre 1914 y 1917 en Rusia. Durante este periodo, Zinaída Serebriakova creó una serie de cuadros dedicados a la vida de los pueblos rusos, el trabajo de los campesinos y la naturaleza.
Campesino dormido, 1917
Durante la guerra civil en Rusia en 1917, el marido de Zinaída trabajó en Siberia como ingeniero ferroviario, mientras que ella y sus cuatro hijos permanecieron en la finca de Neskuchnoe. Resultó imposible trasladarse a Petrogrado (actual San Petersburgo). En su lugar, Serebriakova se trasladó a Jarkov (en la actual Ucrania).
En el desayuno, 1914
En 1917, su finca familiar en Neskuchnoe se incendió, destruyendo todas sus obras. Ese mismo año murió su marido Boris Serebriakov. Obligada por las circunstancias a abandonar Rusia, se dirigió a Francia, donde vivió recordando su marido. Durante esos años, pintó cuatro retratos, que ahora se conservan en la Galería Tretiakov y en la Galería de Arte de Novosibirsk.
Retrato de Borís Serebriakov, 1913
En la década de 1920, Zinaída Serebriakova regresó con sus cuatro hijos a San Petersburgo. Su hija Tatiana comenzó a estudiar ballet. Zinaída asistía a menudo al Teatro Marinski con su hija y acudía a los bastidores. El diálogo creativo que mantuvo con las bailarinas a lo largo de tres años se refleja en la sorprendente serie de retratos y composiciones de ballet.
En el camerino del ballet (Grandes bailarinas), 1922
En los primeros años después de la revolución, la Unión Soviética bullía de exposiciones. En 1924, Serebriakova participó en una gran exposición de arte visual ruso en América. Todos sus cuadros se vendieron, y con los ingresos obtenidos decidió ir a París para organizar una nueva exposición y recibir encargos.
Escultura en los jardines de las Tullerías, 1941
Los años que pasó en París no le proporcionaron alegría ni satisfacción creativa. Añoraba su tierra natal y trataba de reflejar su amor por ella en sus cuadros.
Paisaje suizo cerca de Ginebra, 1951
La primera exposición individual de Serebriakova tuvo lugar en 1927. Envió los beneficios a su madre e hijos en Rusia. En 1965 se celebró una exposición de su obra en Moscú, dos años después de que la artista muriera en París.
Autorretrato, año desconocido
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