5 hitos de la aviación y astronáutica soviética y rusa que marcaron la historia

ChatGPT
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Cuando hablamos de innovación aeronáutica y espacial, solemos pensar en nombres como Boeing, Airbus o el Space Shuttle. Sin embargo, la Unión Soviética (y más tarde Rusia) protagonizó algunos de los avances más audaces y sorprendentes de la historia. Desde los primeros reactores civiles hasta naves espaciales autónomas, repasemos cinco hitos que cambiaron el rumbo de la tecnología aérea y espacial.

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1. Túpolev Tu-104: un pionero de los cielos

airwar.ru
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El Túpolev Tu-104 fue el segundo avión de pasajeros a reacción del mundo, después del De Havilland Comet británico. Sin embargo, tras la inmovilización del Comet por problemas de seguridad, el Tu-104 se convirtió en el único jet comercial en operación durante años, marcando una era en la aviación civil soviética.

2. Túpolev Tu-144: más rápido que el Concorde

Lev Polikashin  / Sputnik
Lev Polikashin / Sputnik

Conocido como el “Concordski”, el Túpolev Tu-144 se adelantó al célebre Concorde en su primer vuelo y entrada en servicio por unos meses. No solo fue más grande y más veloz, sino que se convirtió en el primer avión de pasajeros supersónico del mundo. Pese a su corta vida operativa, quedó como un símbolo del ingenio y la rivalidad tecnológica de la Guerra Fría.

3. Antónov An-22: el gigante de los turbopropulsores

Oleg Belyakov (CC BY-SA 3.0)
Oleg Belyakov (CC BY-SA 3.0)

El Antónov An-22 hizo historia como el primer avión de transporte de fuselaje ancho. Además, aún hoy mantiene el título de avión turbohélice más grande del mundo, superando al europeo A400M. Su capacidad de carga y su robustez lo convirtieron en un icono del transporte estratégico.

4. Burán: la nave que aterrizó sola

Vasili Koba (CC BY-SA 4.0)
Vasili Koba (CC BY-SA 4.0)

Aunque el programa soviético Burán nació a la sombra del Space Shuttle estadounidense, se anotó un logro que la NASA nunca consiguió: en 1988, el transbordador soviético realizó una misión espacial completamente autónoma, incluido el aterrizaje.

Mientras que el Shuttle incorporó cierta capacidad de autoland en los años 90, nunca se probó en una misión real. Hubo que esperar hasta 2010, con el X-37 estadounidense, para ver otra nave espacial con ese nivel de autonomía.

5. Sujói Su-30MKI: la danza de los cielos

Evgueni Purel (CC BY-SA 3.0)
Evgueni Purel (CC BY-SA 3.0)

El Su-30MKI, desarrollado en Rusia y producido bajo licencia en India, entró en servicio en 2002 con una tecnología revolucionaria: el empuje vectorial en cabeceo y guiñada.

Occidente no tuvo un caza operativo con esta capacidad hasta el F-22 Raptor en 2005, y solo con vectorización en cabeceo. La maniobrabilidad del Su-30MKI sigue siendo una de sus mayores cartas de presentación en combates aéreos simulados.

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