¿Sabías que la URSS tuvo su propio Tinder?
La forma más fácil de encontrar pareja en la Unión Soviética era dar un anuncio en un periódico. "Hombre soltero, 48/166 [48 años, 166 cm de altura), educación en Humanidades, hogareño, desearía conocer a una rubia de hasta 35 años, amante del teatro y la música sinfónica. Moscú", decía el anuncio, publicado en 1976 en la Literatúrnaia gazeta. En respuesta, recibió 16.000 cartas. En 1980 el periódico de Riga Rigas-Bals también fomentó esta técnica y abrió la sección Encontrar pareja.
Por regla general, estos anuncios contenían toda la información necesaria: edad, educación, rasgos de carácter, aficiones e incluso estatura. Buscaban, por supuesto, amor para toda la vida. Pero con una serie de condiciones. Por ejemplo, el autor de este anuncio ("modesto, tranquilo, soltero") buscaba a "una compañera de vida, equilibrada, con tendencia a la obesidad". Una mujer de Batumi esperaba conocer a "un hombre bueno, inteligente, que no beba y sea capaz de asumir las responsabilidades de padre de mis hijos". Y algunos escribían con la esperanza de encontrar un amigo o amiga.
Debido a que los anuncios se pagaban por número de caracteres, muy pronto los autores de estas notas inventaron su propio lenguaje. "Hombre joven sin malos hábitos, con educación superior, sentido del humor, con un sueldo alto, con vivienda" se convirtió en “H/j sin m/h, con e/s, s/h, con un s/a, con v”.
En los años 80 se imprimían incluso Boletines de anuncios matrimoniales. Los que querían publicar un anuncio en este boletín, tenían que presentar su pasaporte, así la redacción se aseguraba de que no estuvieran casados (ya que en la URSS ponían un sello obligatorio en el pasaporte de las personas casadas).