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¿Sabías que Miércoles Addams interpreta música rusa en la exitosa serie de Netflix?

Puerta a Rusia/ChatGPT
¿Clásicos rusos dentro de los muros de ‘Nevermore’? Sí, leíste bien: su estudiante más oscura toca al violonchelo ‘La danza de los caballeros’ del ballet ‘Romeo y Julieta’ de Serguéi Prokófiev en la segunda temporada de la serie.

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La historia de su creación estuvo rodeada de pasiones casi shakespearianas. En un momento dado, Serguéi Prokófiev, tras haber vivido en Europa durante 17 años, empezó a pensar en regresar a su patria a principios de la década de 1930. Así, realizó varias giras por la Unión Soviética. El compositor se enteró de que el Teatro Kírov de Leningrado (hoy Teatro Mariinski de San Petersburgo) planeaba montar Romeo y Julieta.

Shakespeare sin tragedia

Sputnik

La idea de escribir música para un ballet basado en la célebre obra de Shakespeare cautivó a Prokófiev y comenzó a trabajar en un libreto. Pero los creadores de la pieza decidieron representarla… ¡con final feliz! En el desenlace, los héroes no solo permanecían con vida, sino que además conservaban su amor.

La idea, sin embargo, resultó demasiado audaz para la época. Se decidió no montar el ballet. Y no solo por el libreto. Había otra razón: la llamada “lucha contra el formalismo”, que estalló en 1936 en la prensa soviética.

La causa fue la música de otro compositor soviético: un tal Dmitri Shostakóvich. “La música del ballet… no tiene absolutamente nada en común ni con los koljoses ni con Kubán… tintinea y no expresa nada”, criticaban de El arroyo luminoso. También escribieron que la ópera Lady Macbeth de Mtsensk era “confusión izquierdista en vez de música natural y humana”.

La producción, incluso con el final clásico shakespeariano, fue rechazada primero por el Teatro Kírov y luego por el Bolshói (ambos la consideraron “una obra demasiado poco bailable”). Ante la espera, Prokófiev adaptó su música en forma de suites orquestales. Y en 1938 tuvo lugar el estreno mundial. No en la URSS, sino en Checoslovaquia. De repente, resultó que para el teatro de Brno Romeo y Julieta era perfectamente musical y bailable. El público soviético, sin embargo, tuvo que esperar hasta 1940 para ver el ballet.

‘No hay historia más triste en el mundo’

“No hay historia más triste en el mundo que la música de Prokófiev en el ballet”, bromeaban sombríamente sobre Romeo y Julieta. Unas semanas antes del estreno, la orquesta del Teatro Kírov, temiendo un fracaso, se negó a tocar. Durante los ensayos, los bailarines intentaban tararear melodías más familiares en lugar de la música innovadora del compositor. Pero sus temores fueron infundados. La producción recibió el Premio Stalin y, en 1946, se estrenó en el Teatro Bolshói. Desde entonces, el ballet no ha abandonado los escenarios del mundo y se considera una de las obras más célebres de Serguéi Prokófiev.

Y su número más popular es la solemne y ominosa Danza de los caballeros. Un fragmento fue utilizado en el éxito Party like a Russian de Robbie Williams.

Recientemente, los espectadores de la serie Wednesday escucharon esas notas familiares. La protagonista toca la música de Prokófiev en una sala de música vacía. Está sumida en la penumbra, y solo la luz de la luna ilumina los atriles vacíos y el piano.

La música sigue sonando hasta que a Miércoles se le rompe una cuerda: “Prokófiev tiene ese efecto en todos”, comenta su profesor de música, que entra en ese momento en el aula. Imposible discutirlo.