Así se celebraban las tres grandes fiestas del verano en la Antigua Rus
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La costumbre de dar gracias a los dioses por la nueva cosecha y ofrecerles frutas como obsequio se remonta a la antigüedad pagana. Tras el bautismo de la Rus, algunos de los rituales agrícolas coincidieron y se integraron de forma natural con los cristianos. Un ejemplo de ello son los tres “Spas” de verano: el “de la Miel” (14 de agosto), el “de la Manzana” (19 de agosto) y el “de la Nuez” (29 de agosto). El nombre “Spas” proviene de la palabra spasitel (“Salvador”, es decir, Jesucristo) y estas festividades combinan rituales agrícolas con la idea de salvación espiritual.
‘Spas’ de la Miel
El 14 de agosto, los cristianos ortodoxos celebran la Fiesta del Salvador Omnipotente y de la Santísima Madre de Dios. Es el día de la primera recolección de miel y el inicio del Ayuno de la Dormición. Los apicultores llevaban la miel de la nueva cosecha a la iglesia local para su bendición. Después de esto, la miel podía consumirse. Una parte se donaba a la iglesia, otra se daba a los pobres, vecinos y familiares, y otra se reservaba para el propio apicultor.
Ese mismo día, muchas iglesias celebraban oficios vinculados a la bendición del agua. Antiguamente se bendecía el agua de ríos, arroyos y pozos, y la gente se bañaba en lagos o estanques para librarse de enfermedades. Tras el 14 de agosto, se daba por cerrado el periodo de baño.
‘Spas’ de la Manzana
El 19 de agosto, en el calendario popular, comienza el otoño. En la Iglesia Ortodoxa Rusa, este día se celebra la Fiesta de la Transfiguración del Señor, una de las doce grandes fiestas dedicadas a acontecimientos de la vida de Jesucristo y la Virgen María.
Al igual que con la miel, este día se bendicen en las iglesias manzanas, peras, ciruelas, uvas y otras frutas. Después de la bendición, ya pueden comerse. En el pasado, las cosechas se llevaban a la iglesia, y luego se repartían entre los pobres, los niños y cualquier persona que quisiera. Existía una prohibición especial para los padres que habían perdido un hijo: según la creencia popular, si la madre de un niño fallecido comía una manzana antes del “Spas”, su hijo no recibiría una en el otro mundo. Ese día también se preparaban numerosos platos y repostería con manzanas: pasteles, tartas, charlottes, tortitas, frutas asadas, mermelada, etc.
‘Spas’ de la Nuez
El menos importante en escala es el “Spas” de la Nuez, celebrado el 29 de agosto, un día después de finalizar el Ayuno de la Dormición. También está ligado a una festividad eclesiástica: la traslación de la Santa Imagen del Salvador desde la ciudad de Edesa a Constantinopla. Para esta fecha, la cosecha ya estaba terminada. A las familias que no habían logrado recoger el grano a tiempo se les ayudaba: los vecinos colaboraban en el trabajo. En los bosques maduraban las nueces y comenzaban las ferias en pueblos y ciudades, donde, entre otras cosas, se vendían lienzos.
A la iglesia se llevaban nueces, pan recién horneado con el grano de la nueva cosecha y lienzos para su bendición. Se preparaban dulces con nueces: repostería, licores, mermelada de nueces tiernas, entre otros. El “Spas” de la Nuez es, en esencia, una despedida del verano: el trabajo en el campo debía estar terminado y llegaba el momento de prepararse para el otoño.