Lo que se sabe de los 13 hijos de Lev Tolstói
La esposa de Tolstói, Sofía Andréievna, era 13 años más joven que su gran marido y le dedicó literalmente toda su vida: fue su ayudante y secretaria personal, dirigió personalmente toda la casa y también dio a luz a 13 hijos.
Según algunos rumores Tolstói era un tirano doméstico y obligaba a su mujer a dar a luz incluso cuando los médicos ya no lo aconsejaban. Pero la fidelidad conyugal, la familia y la fe cristiana eran para él los principales valores de la vida, de modo que su esposa seguía obedientemente sus "mandamientos".
¿En qué se convirtieron los hijos del gran escritor?
1. Serguéi (1863-1947)
"Seriozha: inteligente, de mente matemática y sensible al arte", escribió sobre su hijo mayor el propio Lev Tolstói, cuando era niño.
Serguéi era un hombre de amplios intereses. Se licenció en la Facultad de Física y Matemáticas de la Universidad de Moscú y era un gran admirador de la ciencia (en lo que divergía de su padre). Al mismo tiempo, era músico, compositor (componía música bajo el seudónimo de S. Brodinski) e incluso fue profesor en el Conservatorio de Moscú. Además, fue etnógrafo, viajó en expediciones y estudió música europea e india.
"Aunque no coincidía con su padre en sus puntos de vista, siempre simpatizó con él, no obstante, y acompañó personalmente a los dujoboros a Canadá, en cuyo reasentamiento participó ardientemente su padre, donando una cuota de Resurrección. Serguéi Lvóvich fue el único de sus hermanos que apoyó plenamente a su padre durante su "partida" antes de morir. Y después de su muerte hizo todo lo posible para conservar Yásnaia Poliana como museo", escribe sobre él toltoista Pável Basinski.
Además, Serguéi fue el único de los hijos de Tolstói que se quedó a vivir en Rusia después de la revolución de 1917. Se casó dos veces. La primera esposa le abandonó inesperadamente justo después del viaje de bodas. Su hijo -también Serguéi- se crió en casa de su abuelo materno, vivió toda su vida en Rusia, fue profesor de inglés.
2. Tatiana (1864-1950)
"Todo el mundo dice que se parece a Sonia, y yo lo creo", escribió Tolstói sobre su hija mayor. Su infancia fue la época más feliz de la familia: Tolstói trabajaba en Guerra y paz, y su mujer le ayudaba, reescribía borradores, hacía correcciones. Entonces prácticamente no se peleaban.
Tatiana tenía talento para el arte, se graduó en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura, fue apoyada y aconsejada por amigos de la familia y famosos artistas Nikolái Gue e Ilyá Repin. Pero Tatiana nunca logró un éxito serio en la pintura.
La vida personal de la joven no fue demasiado exitosa. Fiel seguidora de las ideas de su padre, sólo se dedicaba a él. En su juventud rechazó a muchos pretendientes, los biógrafos creen que su padre eclipsaba para ella a todos los demás hombres. Tatiana se casó por primera vez a los 35 años con Mijaíl Sujotin, un terrateniente viudo de 49 años. Tras cinco hijos nacidos muertos, dio a luz a su única hija en 1905.
Tras la muerte de su padre y luego de su marido, Tatiana fue conservadora del museo de la finca Yásnaia Poliana y posteriormente directora del Museo Tolstói de Moscú. En 1925 ella y su hija emigraron y vivieron en París y Roma.
3. Ilyá (1866-1933)
"De piel ancha, blanco, sonrojado, radiante. Estudia mal. Piensa siempre en lo que no le dicen que piense. <...> Ardiente y violento, ahora para pelear; pero también tierno y muy sensible”, escribió sobre el pequeño Ilyá Tolstói.
La vida del segundo hijo fue bastante turbulenta. Ni siquiera terminó la escuela primare. Le interesaban más la caza y las mujeres. Ilyá fue el primero de los hijos en casarse y se instaló en una finca que pertenecía a su madre, con la intención de convertirse en un terrateniente. Pero la finca no daba dinero, y mientras tanto Ilyá tuvo 7 hijos- Tuvo que pedir dinero a su madre (y ella se negó).
En 1916 viajó a EE UU para dar conferencias sobre su padre y se quedó allí, dejando a su familia en Rusia. Durante el resto de su vida "viajó" con su famoso apellido: comentó la Revolución, dio conferencias sobre la vida y obra de su padre y escribió artículos. Más tarde trabajó en Hollywood y fue experto en adaptaciones cinematográficas de las novelas Anna Karénina y Resurrección. Incluso interpretó a Lev Tolstói en una de las películas.
4. Lev (1869-1945)
Durante toda su vida, Lev el Joven se esforzó por salir de la sombra de su famoso padre. Intentó convertirse en escultor (incluso estudió en París con Auguste Rodin), en figura pública, en escritor. Y, tal vez, si Lev Tolstói el Joven hubiera nacido con otro nombre y apellido, habría podido labrarse una brillante carrera.
En sus experiencias literarias, incluso intentó polemizar con su padre - en particular, publicó Preludio de Chopin en respuesta a la Sonata Kreutzer de su padre. Los críticos destrozaron la obra, y Lev Lvóvich también recibió el ofensivo apodo de Tigre Tigrovich. En el libro Lev a la sombre de Lev, Pável Basinski escribe que "a los dos Lev Tolstói no hay cultura que se les resista".
"El rasgo distintivo de mi hijo Lev era común con su padre. Consistía en la eterna búsqueda, en la eterna insatisfacción. <...> En este camino es difícil encontrar satisfacción, ya que cualquier perfección es inalcanzable, y el eterno esfuerzo y la lucha al final cansan" escribió su madre Sofía Andréievna, comprendiendo el drama del destino de su hijo.
Lev el Joven tuvo 9 hijos de su primer matrimonio y a uno de ellos también llamó Lev, pero el niño murió a los dos años.
En 1909 abandonó a su mujer embarazada. Tras la Revolución, ella y sus hijos emigraron a Europa, adonde más tarde se trasladó el propio Lev. Volvió a casarse y tuvo un hijo, pero el matrimonio se rompió pronto. Lev pasó el resto de sus días viviendo con sus hijos adultos o con su hermana Tatiana.
5. María (1871-1906)
"Muy inteligente y fea. Será uno de los enigmas. Sufrirá, buscará, nada encontrará", escribió proféticamente sobre la segunda hija Tolstói.
Cuando todavía estaba amamantando a Lev, de un año de edad, Sofía Andréievna volvió a sentir que estaba embarazada. El parto de Masha fue muy difícil, y Sofía estuvo a punto de morir. Los médicos le aconsejaron que no tuviera más hijos, pero el padre de familia y cristiano Tolstói se opuso rotundamente. Esto provocó un grave conflicto entre los cónyuges, que casi desembocó en el divorcio.
Masha fue la única niña con la que Tolstói se permitió ternura de adulto. Era receptiva, "servía" a su padre y a su causa, ayudaba incluso a los campesinos de Yásnaia Poliana. Al igual que su padre, segaba y alfabetizaba a los niños campesinos. Ella misma era increíblemente inteligente y conocía varios idiomas.
Pero su vida personal, como la de la mayor Tatiana, no funcionó. Tolstói rechazó personalmente a tres pretendientes, que le llevó Masha, por considerarlos indignos. A la edad de 26 años, se casó con un pariente lejano, el príncipe Nikolái Obolenski, que no tenía ni un rublo. Masha, como Tatiana, dio a luz a varios niños muertos.
Y en 1906, a la edad de 35 años, murió de una neumonía repentina casi en los brazos de su padre... Para Tolstói, esta pérdida fue un gran golpe.
6. Pedro (1872-1873)
7. Nicolás (1874-1875)
8. Varvara (1875-1875)
Los tres hijos siguientes murieron muy jóvenes. Pedro vivió sólo un año y medio y murió de difteria, Nicolás no llegó al año de vida y Varvara murió dos horas después de nacer.
9. Andréi (1877-1916)
A pesar de la muerte de tres hijos seguidos, Sofía Andréievna siguió dando a luz. Andréi y todos los hijos posteriores fueron considerados los "más pequeños" de la familia. “Uno se pregunta por qué le quiero. Decir que porque es sincero y veraz no es cierto. A menudo falta a la verdad... Pero me siento bien con él”, escribió Tolstói sobre Andréi.
Andréi era jugador y malgastó su vida. Quizá Lev se reconoció en él mismo en su juventud, y por eso le quería tanto. A Tolstói le gustaba que Andréi "fuera auténtico y no quisiera parecer alguien que no era".
De su primer matrimonio tuvo dos hijos (su hijo Ilyá emigró tras la Revolución y fue oficial del ejército estadounidense).
Luchó en la guerra ruso-japonesa, más tarde fue oficial de órdenes especiales bajo las órdenes del gobernador de Tula (y robó a su mujer, con la que tuvieron una hija, María). En 1916 Andréi murió en Petrogrado de una infección de la sangre.
10. Mijaíl (1879-1944)
Mijaíl era muy musical: tocaba el piano, el violín y la balalaika. Iba a ser compositor, pero al final eligió la carrera militar: se hizo soldado de caballería, participó en la Primera Guerra Mundial y sobrevivió milagrosamente. Después luchó en la Guerra Civil del lado de los monárquicos. Estuvo casado y tuvo ocho hijos.
En 1920 zarpó del sur de Rusia en un barco de vapor rumbo a Turquía. Ya viviendo en Europa, fue el jefe del grupo musical ruso en la ciudad balneario francesa de Biarritz. Pasó sus últimos años en Marruecos e incluso probó suerte en la literatura, dejando (como muchos niños) memorias y relatos autobiográficos. Murió allí, pero en 2007 sus descendientes cumplieron su última voluntad y volvieron a enterrar sus cenizas en Yásnaia Poliana.
11. Alexéi (1881-1886)
Murió a la edad de cuatro años.
12. Alexandra (1884-1979)
En la época del siguiente embarazo las relaciones de Tolstói con su esposa empeoraron. Los escándalos y peleas en la familia llegaron a ser de dominio público (y muchos admiradores del escritor acusaron a Sofía de histérica). Tolstói empezó a tener un trastorno espiritual, se adentró aún más en la religión. Además, quería renunciar a todas las propiedades, a los derechos de autor de las obras... A Sofía le molestaban estos "escarceos" del genial marido.
Al encontrarse embarazada de su duodécimo hijo, Sofía Andréievna estaba aterrorizada (y, según algunos informes, incluso trató de inducir un aborto involuntario). Se puede decir que la hija no era la preferida, además, Alexandra siempre estaba del lado de su padre en sus conflictos con su madre.
La llamaron así en honor de la tía abuela de Tolstói, Alexandra Andréievna, que fue dama de la corte y dama de honor de la emperatriz, que mantenía estrechas relaciones con Alejandro III. Mantuvo una franca correspondencia con Lev durante muchos años.
Al igual que las hijas mayores, Alexandra se convirtió en ayudante y secretaria de Tolstói, y en su amiga y confidente más íntima. Fue la única que conoció los planes de su padre de abandonar Yásnaia Poliana al final de su vida. (Lee sobre su huida de casa aquí).
Durante la Primera Guerra Mundial, Alexandra trabajó como hermana de la misericordia en el frente. Se opuso a la Revolución y en 1920 fue detenida por comentarios antibolcheviques. La hija de Tolstói pasó tres años en campos de concentración; fue liberada antes de tiempo a petición de los campesinos de Yásnaia Poliana.
Después se convirtió en conservadora del Museo de Yásnaia Poliana, se dedicó a preservar el legado de su padre y a actividades educativas, pero permaneció constantemente en el punto de mira de los servicios secretos. Y en 1929, tras irse a dar conferencias a Japón, decidió abandonar la URSS. Más tarde se instaló en EE UU y renunció a la ciudadanía soviética. Dio conferencias sobre Tolstói y organizó la Fundación Tolstói, que ayudaba a los refugiados rusos.
En la URSS se prohibió nombrarla porque no sólo hablaba en contra del régimen soviético, sino que, por ejemplo, defendía al general Vlásov, calificándolo de héroe, mientras que para las autoridades soviéticas era un colaborador nazi y un gran traidor. En Yásnaia Poliana la borraron de todas las fotos y ni siquiera mencionaban su nombre. Alexandra escribió muchas memorias y notas sobre su padre. Su vida personal no funcionó: nunca se casó y no tuvo hijos.
13. Iván (1888-1895)
Sofía Andréievna dio a luz a su último hijo a la edad de 44 años. El pequeño Vania sorprendentemente trajo mucho amor a la familia, era un hermoso niño brillante.
Una vez preguntó a su madre por su difunto hermano Alexéi y le preguntó si era cierto que los niños que morían antes de los siete años se convertían en ángeles. Sofía le contestó que eso es lo que se decía. Y entonces Vania replicó: "Para mí también sería mejor, mamá, morir antes de los siete años. Ahora que pronto naceré, yo también sería un ángel". No llegó a cumplir los siete años y murió de escarlatina.
María, la quinta hija, escribió que la pérdida de Vania supuso un terrible dolor para Sofía Andréievna. Tolstói también sufrió terriblemente.
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Timoféi Bazikin (1860-?)
"Hombre muy inteligente, hablaba bien, con bromas, era similar a los hijos de Tolstói. Vivía poco en el pueblo, servía de cochero a los hijos de Tolstói...", recordaban los campesinos de Yásnaia Poliana.
Timoféi Bazikin (o Anikánov) es considerado hijo ilegítimo de Tolstói de la campesina Aksinia Bazíkina. Nació dos años antes de su matrimonio con Sofía Andréievna. Y más tarde sirvió en Yásnaia Poliana como cochero.
"El hijo ilegítimo de Lev Nikoláievich, sorprendentemente parecido a él, sólo que más alto y más guapo. Timoféi era un buen cochero que vivía en turnos con sus tres hermanos legítimos, pero nunca se llevó bien con nadie a causa de su adicción al vodka", escribió el yerno de Tolstói, Mijaíl Sujotin, marido de Tatiana, señalando que Tolstói no sentía ninguna vergüenza, y sugiriendo que su suegro era como indiferente a su pasado.
Sofía Andréievna tampoco dio señales de ello, pero al parecer sabía lo de Timoféi. En su diario registró una vez un sueño en el que Aksinia se le presenta con un niño, y ella lo hace pedazos... Antes de la boda, Tolstói dio a la joven novia a leer su diario y le confesó todas sus aventuras de soltero.
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