‘Kórzhik’: receta de galletas que eran habituales para los niños en la URSS

El kórzhik de leche es un pastelito hecho con una masa dulce y desmenuzable. Es algo entre un bizcocho y una galleta de azúcar.
Cualquiera que haya crecido y haya ido a la escuela en la Unión Soviética  está familiarizado con esta galleta, e incluso hoy en día sigue estando en el menú de los comedores escolares. Todos los rusos reconocen fácilmente la masa redonda y gruesa con bordes acanalados: es la galleta de su infancia por la que hacían cola en la cafetería.

El kórzhik contiene sólo los ingredientes básicos de la repostería dulce, pero hay una cosa peculiar en su preparación que le da esa consistencia suave y esponjosa, que lo hace similar a las galletas de azúcar. Sin embargo, a diferencia de éstas, el kórzhik es desmenuzable y no blando por dentro.

La masa es más fácil y rápida de hacer que la de las. La harina no se hierve en almíbar. Yo añado harina, huevo y mantequilla en el jarabe de leche enfriado y mezclo todos los ingredientes. Además, antes de hornear, pongo la masa en el congelador durante una hora para que se extienda más fácilmente. Por lo demás, la receta es bastante sencilla y rápida, así que se puede pedir ayuda a los niños.

Los kórzhiks son aptos para el desayuno, la merienda escolar o como tentempié. He regalado mis kórzhiks a algunos de mis amigos que recuerdan el original de su infancia. Y mis esfuerzos tuvieron éxito porque, efectivamente, les recordaron lo que disfrutaban de pequeños.

Ingredientes (10 raciones, 20-25 ‘kórzhiki’):

Para la masa:

• 420-440 g de harina
• 200 g de azúcar
• 100 g de mantequilla
• 100 g de leche
• 1 huevo
• 1 cucharada de azúcar de vainilla
• 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
• 1 pizca de sal

Para el glaseado:

Yema de huevo + 1 cucharada de leche

Preparación:

1. Calentar la leche, añadir el azúcar y el azúcar de vainilla y calentar hasta que se disuelva.

2. Dejar enfriar el jarabe de leche hasta que esté tibio y añadir el huevo y la mantequilla. Remover bien. Añadir la harina y amasar hasta obtener una masa suave. La receta pide 420 g de harina, que es lo que yo hice, pero añadí 20 g más.

3. Envolver la masa en film transparente, aplanarla para que se enfríe más rápido y meterla en la nevera.

4. Extender la masa entre dos hojas de papel de horno y espolvorear con harina.

5. La masa debe tener un grosor de 7-8 mm. Es el impresionante grosor y el gran diámetro lo que distingue a los kórzhiki de las galletas. Así saldrán crujientes por fuera y bastante blandos por el centro.

6. Cortar círculos con un cortador de galletas. Un molde clásico debe tener bordes acanalados u ondulados y medir unos 9 cm. Los míos tienen 7 cm de diámetro.

7. Batir la yema de huevo y la leche, y luego pincelar la masa quebrada con ella.

8. Hornear en un horno precalentado a 190-200°C durante 10-12 minutos. Es importante no pasarse de rosca. A continuación, enfriar sobre una rejilla.

9. Servir con leche o té. 

¡Priyátnogo appetita!

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