10 lugares muy interesantes de la región de Vladímir (FOTOS)
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1. La Puerta Dorada de Vladímir
Hoy, Vladímir es una ciudad provincial más bien pequeña, aunque capital de toda la región. Pero, en los siglos XII-XIV, fue el centro de la poderosa Rusia nororiental. La ciudad fue atacada muchas veces por enemigos y sufrió especialmente la invasión tártaro-mongola. Hubo una poderosa muralla, pero ahora solo quedan los terraplenes y la Puerta Dorada. Se cree que, antaño, las puertas de roble estaban recubiertas de dorado, de ahí el nombre. En su interior funciona hoy un museo con una exposición histórico-militar y una diorama muy interesante del asalto tártaro-mongol a la ciudad.
2. La Catedral de la Dormición de Vladímir
En Vladímir vivían príncipes rusos ricos y poderosos que gobernaban sus tierras desde allí. Cada uno aspiraba a dejar tras de sí un suntuoso templo. Uno de esos monumentos de la Rus premongola fue la Catedral de la Dormición, construida por el príncipe Andréi Bogoliubski en el siglo XII. Más tarde, tras un gran incendio, fue restaurada y ampliada por su hermano menor y nuevo príncipe, Vsévolod el Gran Nido. La catedral de piedra figura en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO e impresiona por su tamaño, arquitectura compleja y rica decoración interior. Sus muros estuvieron cubiertos con coloridas pinturas murales del legendario Andréi Rubliov.
3. Súzdal
La ciudad más acogedora y “de cuento de hadas” de Rusia, adonde van siempre los turistas extranjeros para conocer la “Rusia real”. Casas de madera, cafés con licores y platos de recetas antiguas (por ejemplo, shchi cocido al horno y bliní de alforfón con caviar de lucio). Además de su antiguo kremlin, una de las principales atracciones de Súzdal es el museo al aire libre de arquitectura de madera, donde se ven únicas iglesias y casas de los siglos XVIII-XIX.
4. Iglesia de la Intercesión sobre el Nerl
A menudo la llaman la iglesia más bella de Rusia. Y, aunque hay muchos templos que podrían disputarle el título, el paisaje que la rodea es verdaderamente fantástico. La iglesia de piedra blanca se construyó en el siglo XII en una llanura de pradera inundable. Para protegerla del agua se levantó expresamente una colina. En plena primavera, la iglesia nívea se refleja sobre las aguas. No han sobrevivido las pinturas interiores originales, pero pueden verse ornamentos tallados y bajorrelieves con animales y el rey David.
5. Alexándrov
El destino del país se decidió en su día en esta pequeña ciudad. Aquí vivió el zar Iván el Terrible durante 17 años tras abandonar Moscú. Desde aquí gobernó Rusia (y organizó la opríchnina). La fortaleza de la Sloboda de Alexándrov sustituyó al Kremlin moscovita para el zar y hoy puede verse una reconstrucción de la corte zarina que hubo allí. Entre otros objetos, hay también una réplica del trono de marfil de Iván.
6. Gus-Jrustalni
Gus-Jrustalni suele llamarse la “capital del vidrio” de Rusia. En 1756, el comerciante Akim Maltsov levantó una fábrica de vidrio en el río Gus. La fábrica de cristal de Gus-Jrustalni (en ruso, jrustalni significa “de cristal”) sigue funcionando y se puede visitar en excursión. La ciudad también alberga un museo del cristal y muchas edificaciones de ladrillo rojo antiguo y casas de madera de una planta.
7. Múrom
Una de las ciudades más antiguas de Rusia, coetánea de la propia estatalidad rusa. En la pintoresca orilla del río Oká se encuentra también uno de los monasterios más antiguos del país, el monasterio de la Transfiguración (finales del siglo X-comienzos del XI). Múrom es conocido como lugar de nacimiento del bogatir Iliá Múromets. Otros habitantes célebres fueron el príncipe Piotr y su esposa Fevronia; esta pareja santa semilegendaria tiene un monumento en la ciudad. En Rusia se les considera protectores del amor, la familia y la fidelidad.
8. Petushkí
Petushkí merece una visita aunque solo sea por ser el destino final del protagonista de la novela de culto Moscú-Petushkí (Moscú fin de línea). En ruta, escucha el audiolibro y disfruta de la odisea alcohólica soviética de Venedikt Yeroféiev. Petushkí es una pequeña ciudad hoy famosa por un residente inusual: el granjero británico John Kopiski. Desde hace más de 30 años tiene ciudadanía rusa, está casado con una rusa y es converso a la ortodoxia. Allí, en medio de la nada, ha creado todo un complejo de agroturismo llamado “Bogdarnia”, donde elabora queso y agasaja a sus huéspedes en un restaurante de sabor ruso.
9. Monasterio insular Sviato-Vvedenski
En el siglo XVII, monjes empezaron a asentarse en una pequeña isla en el centro del lago Vvedenski y pronto fundaron un monasterio: el Monasterio Insular de la Entrada de la Virgen (Intercesión). En tiempos soviéticos, el monasterio se destinó a múltiples usos: hubo un almacén y hasta un cine. Hoy vuelve a funcionar, pero ahora como monasterio femenino.
10. Gorojovéts
Gorojovéts se halla en el mismo límite con la región de Nizhni Nóvgorod. Antaño estaba en la ruta fluvial de Moscú a Nizhni Nóvgorod, célebre por su gran feria. Por ello, los barcos con mercancías hacían escala siempre en Gorojovéts y los comerciantes construían aquí casas e invertían en iglesias. Muchas son verdaderas obras maestras de la arquitectura. Uno de los edificios más famosos es el terem del comerciante Fiódor Prishletsov: la “Casa con Sirenas”.