
Los investigadores de la Expedición Antártica regresaron a Brasil después de 70 días

El buque ruso Akademik Trióshnikov, en el que viajaban los investigadores internacionales, atracó de vuelta en el Puerto de Río Grande en la mañana del 31 de enero, marcando el final de la Expedición Internacional de Circunnavegación Costera Antártica (ICCE), que fue liderada por brasileños.
La misión, coordinada por el profesor Jefferson Cardia Simões, del Centro Polar y Climático (CPC) de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), contó con la participación de 57 investigadores de otros seis países además de Brasil: Argentina, Chile, China, India, Perú y Rusia.

“Estamos viendo que el clima está mostrando puntos de cambio rápido que podrían desestabilizar el sistema y ese es el desafío”, dijo Simões durante una conferencia de prensa celebrada el pasado lunes 3 de febrero.
A lo largo de los más de 29.316 kilómetros recorridos por la costa antártica, los expertos recogieron muestras y realizaron estudios para ayudar a comprender los impactos del cambio climático en el planeta.

Según Simões, ya se han podido observar algunos sucesos que señalan los efectos del cambio climático en la Antártida: la formación de corrientes de deshielo en glaciares y plataformas de hielo; la reducción de la salinidad del Océano Austral (especialmente cerca de la costa); la presencia de microplásticos en muestras de nieve antártica; y la intensificación del deshielo de glaciares en la isla Rey Jorge y la expansión de los campos de musgo.
“Para 2100 se prevé una subida media del nivel del mar de entre 28 y 110 centímetros, de los cuales el 50% procederá del deshielo de los glaciares y el otro 50% de la expansión térmica del mar. Actualmente, la Antártida aporta 15 milímetros de este aumento cada década”, añadió el investigador.

Aunque el continente antártico aporta actualmente menos del 10% de este aumento del nivel del mar, “se convertirá en el principal contribuyente porque se está calentando”, garantiza Simões.
Los materiales recogidos durante la expedición serán analizados ahora por laboratorios de todo el mundo para obtener una visión más amplia de las transformaciones medioambientales en la región.