
T-37, uno de los primeros tanques anfibios soviéticos

En la década de 1930, la Unión Soviética buscaba modernizar su ejército con vehículos blindados versátiles. La adquisición de carros ligeros británicos Carden-Lloyd A4E11 dejó una profunda impresión en los soviéticos, quienes decidieron emprender la producción bajo licencia para cumplir con los requerimientos del Ejército Rojo. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que el diseño británico no satisfacía sus necesidades, lo que los llevó a desarrollar su propio tanque anfibio: el T-37.

Los ingenieros soviéticos incorporaron un motor GAZ-AA y una suspensión mejorada basada en el tanque ligero francés AMR.

Tras numerosas pruebas y modificaciones, la producción del T-37 comenzó a finales de 1933 y continuó hasta 1936.
Características técnicas
El T-37 era un vehículo ligero y compacto, con una tripulación de dos hombres: un jefe de carro en la torre, ubicada a la derecha, y un conductor a la izquierda. Su diseño anfibio contaba con flotadores laterales y una hélice trasera para propulsarse en el agua.
Especificaciones destacadas:
- Blindaje: Máximo de 9 mm y mínimo de 3 mm.
- Armamento: Una ametralladora de 7,62 mm refrigerada por agua.
- Flotabilidad: Limitada a aguas interiores.
Variantes del T-37
Entre las versiones más notables del T-37 se encuentra el T-37TU, equipado con una antena prominente para comunicaciones por radio. Estos modelos se usaban exclusivamente para que los comandantes mantuvieran contacto con la retaguardia y transmitieran órdenes mediante señales de bandera.
En algunos ejemplares, la torre de chapa remachada fue sustituida por una de fundición para mejorar la resistencia estructural.
Uso en el frente y limitaciones
El T-37 estaba diseñado como vehículo de exploración y no para enfrentamientos directos. Sin embargo, durante los desesperados días de 1941 y 1942, cuando la URSS carecía de suficientes medios para detener el avance alemán, se vieron obligados a usarlo en combate sostenido. Su débil blindaje lo hacía extremadamente vulnerable incluso a proyectiles ligeros.
A finales de 1942, los últimos T-37 fueron retirados del servicio activo. Algunos de estos vehículos se reconvirtieron en tractores ligeros, dando así un último servicio al Ejército Rojo.
