El T-35 soviético: El ÚNICO tanque del mundo fabricado en serie que tenía cinco torretas (Fotos)
Durante el periodo de entre guerras, muchos países se empeñaron en desarrollar tanques pesados multitorreta. Se suponía que cada uno de estos poderosos “acorazados terrestres” dominaría el campo de batalla, sustituyendo a un pelotón de tanques ligeros.
Aparecieron modelos de dos y tres torretas, y Gran Bretaña y la URSS llegaron incluso a crear vehículos de combate con cinco torretas. Sin embargo, si con el Vickers A1E1 “Independent” británico no se pasó de un prototipo, el T-35 soviético se puso en producción en serie.
Creado en 1932, el tanque resultó ser un verdadero gigante. Su longitud era de 9,7 metros y su peso de 50-55 toneladas (dependiendo del modelo). El grosor del blindaje del casco era de 20 mm de media, el de las torretas - 25-30 mm. Podía proteger al vehículo de balas, metralla y proyectiles de artillería de pequeño calibre.
Se suponía que el tanque rompería las defensas enemigas, desatando un verdadero mar de fuego a su alrededor. Tenía un cañón de 76,2 mm y dos de 45 mm, así como seis ametralladoras de 7,62 mm (una de las modificaciones estaba equipada con una ametralladora adicional para disparar a objetivos aéreos).
Dependiendo de la serie, la tripulación del vehículo de combate variaba de 9 a 11 hombres. El comandante estaba situado en la torreta principal y servía también de artillero. Junto a él había un operador de radio, que actuaba como cargador en combate.
Gracias a su aspecto amenazador, el T-35 era un participante invariable de los desfiles militares. También aparecía en la medalla "Al Valor".
Además de un blindaje débil, el tanque tenía otras desventajas: escasa visibilidad, torpeza y lentitud. Con una velocidad máxima declarada de 30 km/h, el vehículo de combate de 50 toneladas se movía a una velocidad de sólo 8-10 km/h. Todo esto lo convertía en un blanco excelente para el fuego enemigo.
“Este T-35 no era precisamente de azúcar” recordaría el mecánico-conductor Iván Smoliakov. “Era un vehículo muy pesado y complejo... Se averiaban a menudo, especialmente la transmisión era un problema. En mi vehículo cambiamos dos cajas de cambios en sólo seis meses. Y no hacíamos grandes marchas, intentábamos cuidar nuestros tanques”.
A principios de la década de 1940, el tanque ya había quedado obsoleto. Sin embargo, se decidió “mantenerlo en servicio hasta que estuviera completamente desgastado”. Cuando la Wehrmacht invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, el Ejército Rojo contaba con unos 60 T-35, 48 de los cuales estaban en la 34ª División de Tanques del Frente Sudoeste en Ucrania.
Durante las dos primeras semanas de la guerra se perdieron todos, en parte destruidos por el enemigo, pero sobre todo porque se averiaron durante las marchas y fueron abandonados por las tripulaciones. Algunas unidades de la retaguardia fueron utilizadas como puntos de tiro en la defensa de Jarkov.
A los soldados alemanes les gustaba fotografiarse con los gigantes soviéticos derrotados como fondo. Un T-35 capturado fue enviado para ser probado en el campo de entrenamiento de tanques de Kummersdorf. Según algunos informes, en 1945 participó en la batalla de Berlín del lado de los nazis.
Aunque la trayectoria de combate del T-35 terminó esencialmente en el verano de 1941, la propaganda soviética no quiso renunciar a una imagen tan impresionante. Como resultado, el gigante de cinco torretas brilló en los carteles de propaganda en los años posteriores al inicio de la guerra.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: Estos fueron los peores tanques soviéticos de la Segunda Guerra Mundial