Este fue el tanque más insólito de la Segunda Guerra Mundial

Este fue el tanque más insólito de la Segunda Guerra Mundial
Alf van Beem/Wikipedia
En la noche del 20 de septiembre de 1941, dos docenas de tanques soviéticos con las luces y las sirenas encendidas cayeron repentinamente sobre las posiciones de las tropas rumanas en las afueras de Odesa.
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Dominio público

La infantería enemiga, aturdida, retrocedió presa del pánico. No se dieron cuenta de que en realidad habían sido puestos en fuga por tractores blindados con cañones falsos montados en ellos.

La idea de fabricar un tractor blindado o un tanque ligero improvisado a partir de un tractor surgió de los ingenieros de la Fábrica de Construcción de Maquinaria de Odesa en agosto de 1941. Las unidades del Ejército Rojo que defendían la ciudad carecían de vehículos blindados, pero Odesa tenía un excedente de tractores de oruga STZ-5.

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Dominio público

Los tanques Ersatz se fabricaron de la siguiente manera: se cortaba la parte superior del tractor, se cubría el cuerpo con placas de blindaje y se instalaban torretas giratorias con armamento. El cañón de 37 mm no se podía utilizar, así que, en su lugar se instalaron dos ametralladoras de 7,62 mm y un cañón falso para intimidar y darle “presencia”.

El monstruo resultante se llamó primero “Yanvarts”, y después - NI-1 (“Para asustar”). Podía alcanzar velocidades de hasta 20 km/h, y su blindaje de 10-20 mm no estaba mal la metralla, pero era impotente contra los cañones de 45 mm.

Este fue el tanque más insólito de la Segunda Guerra Mundial
Roman Karmen/Sovkino, 1978

Tras el ataque del 20 de septiembre, los tanques ligeros improvisados obtuvieron buenos resultados en la batalla del 2 de octubre cerca del pueblo de Liebenthal. Durante el ataque aplastaron a varias unidades del 4º Ejército rumano, capturaron 24 piezas de artillería, ametralladoras y morteros. Después se perdieron siete tractores blindados.

A pesar de sus esfuerzos, los NI-1 no pudieron evitar la caída de la ciudad. Los días 15 y 16 de octubre de 1941 cubrieron la evacuación de las últimas unidades soviéticas del puerto de Odesa.

Antes de partir, el Ejército Rojo hizo explotar varios tanques de imitación y cerca de una docena fueron abandonados en las calles de la ciudad. Pronto todos cayeron en manos de las tropas rumanas.

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