Heinkel HD 37, el biplano alemán que equipó a la URSS en el periodo de entreguerras
Como contamos en un artículo anterior los militares germanos, pese a las limitaciones impuestas por el Tratado de Versalles firmado al final de la I Guerra Mundial, estaban decididos a desarrollar sus fuerzas armadas, pero era imposible hacerlo en territorio alemán, bajo la mirada de las potencias aliadas.
Pronto se encontró una solución: Alemania se dirigió a la Rusia Soviética con una oferta de cooperación. Este “estado canalla”, que acababa de vivir una devastadora Guerra Civil y una intervención extranjera, estaba rodeado de Estados hostiles y no era reconocido por ninguna potencia mundial. En 1925 se estableció en secreto una escuela alemana de aviación cerca de Lipetsk (a unos 400 km de Moscú), financiada totalmente por Alemania. Se acordó que la escuela formaría tanto a pilotos alemanes como soviéticos, que tomaban prestada la experiencia de sus colegas occidentales.
El avión Heinkel HD 37 fue diseñado para la fuerza aérea clandestina que el Reichswehr estaba entrenando en Lipetsk, pero fue rechazado por los oficiales alemanes, que compraron el Fokker D.XIII en su lugar.
Las Fuerzas Aéreas soviéticas estaban atravesando una crisis debido a la obsolescencia de su principal caza, el Polikarpov I-5, sin que aparentemente los fabricantes nacionales dispusieran de un sustituto.
Cuando se contactó con Heinkel para que proporcionara una alternativa, la empresa pudo ofrecer el HD 37, y los dos prototipos volaron a Moscú a principios de 1928.
Las pruebas de vuelo arrojaron resultados dispares. Aunque el diseño básico era aparentemente sólido, los pilotos de pruebas soviéticos informaron de muchas deficiencias en el manejo, y a Heinkel se le presentó una larga lista de complejos cambios a realizar. Heinkel respondió con el HD 43, y cuando los mismos pilotos de pruebas soviéticos descubrieron que les gustaba incluso menos que el HD 37, la atención volvió a centrarse en el diseño anterior a finales de 1929. A principios del año siguiente, el gobierno soviético compró una licencia para fabricar el tipo durante los tres años siguientes, pagando a Heinkel 150.000 marcos por ello.
La fabricación corrió a cargo de TsKB (Tsentralnoye konstruktorskoye biuro - oficina central de construcción) y Polikarpov, y recibió la designación de I-7. Este avión, como destaca la web especializada Airwar.ru, fue el único caza construido en el período de preguerra en la Unión Soviética bajo licencia extranjera.
Muchas de las mejoras que se habían adoptado en la creación del HD 43 se aplicaron finalmente también en el I-7, junto con otras modificaciones, y para cuando volaron los primeros ejemplares en el verano de 1931, los resultados de las pruebas de vuelo fueron positivos, logrando el avión 290 km/h de velocidad máxima con un alcance operativo de 700 km.
A finales de año se habían construido 45 aeronaves que formaban parte del plan. Los primeros 12 I-7 entraron en servicio en la brigada aérea de Vitebsk en noviembre de 1932 y en diciembre se entregaron una docena más. El 1 de enero de 1933 había 21 cazas I-7 en servicio.
1934 fue el último año de producción en serie del I-7, del que se fabricaron 66 unidades. La producción total desde 1929 ascendió a 131 I-7. Prestaron servicio principalmente en las unidades aéreas del Distrito Militar de Bielorrusia.
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