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‘Tormenta de Invierno’, el último intento nazi de salvar a sus soldados cercados en Stalingrado

Mondadori / Getty Images

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El 12 de diciembre de 1942, los alemanes iniciaron la operación ‘Tormenta de Invierno’ para rescatar al 6.º Ejército de Friedrich Paulus, atrapado en Stalingrado.

La ruptura del cerco debía llevarla a cabo el Grupo de Ejércitos “Don” del mariscal de campo Erich von Manstein. La ruta más corta hacia Stalingrado era de solo 40 kilómetros, pero justamente allí la defensa soviética era la más fuerte.

Por ello, Manstein atacó en otro sector de la línea soviética, a unos 100 kilómetros de la ciudad. Nadie esperaba su ofensiva allí.

“La nieve saltaba de las orugas. Teníamos un ánimo furioso, y si hubiera tenido sentido, habríamos gritado ‘¡hurra!’. Disparábamos todo lo que resistían las ametralladoras, contra cualquier objetivo que aparecía…”, recordaba el oberleutnant Horst Scheibert.

Sin embargo, el efecto sorpresa se perdió pronto. Las tropas soviéticas ofrecieron una resistencia feroz, y el Ejército Rojo comenzó a trasladar apresuradamente sus reservas al área del avance alemán. Para el 19 de diciembre, las fuerzas del grupo de ataque estaban prácticamente agotadas.

Cuando quedaban 48 kilómetros para llegar a la ciudad, Manstein instó a Paulus a que rompiera el cerco de inmediato y avanzara a su encuentro. Pero el comandante del 6.º Ejército vaciló. Temía que no hubiese suficiente combustible para los vehículos y que, sin tanques, sus soldados fueran simplemente barridos en la helada estepa.

Al mismo tiempo, al noroeste de Stalingrado, en el marco de la operación “Pequeño Saturno”, el Ejército Rojo destruyó varias divisiones italianas y rumanas, rompió el frente hasta 340 km de profundidad y salió a la retaguardia del propio Grupo de Ejércitos “Don”. Manstein se vio obligado a retirarse.

“Las unidades ansiaban noticias alentadoras (recordó el oficial del 6.º Ejército Joachim Wieder). Las posiciones avanzadas resistían con sus últimas fuerzas, confiando en que ahora, en Navidad, Hitler cumpliría su promesa y los rescataría. La frase ‘¡Viene Manstein!’ aún estaba en boca de todos…”

Pero las esperanzas nazis no estaban destinadas a cumplirse. Tras superar “Tormenta de Invierno”, el mando soviético comenzó a preparar la operación para aniquilar definitivamente el grupo cercado de Paulus, lo cual fue llevado a cabo con éxito a comienzos de 1943.