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Así luchó por Crimea el Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial (Fotos)

Alexánder Brodski/Sputnik / Sputnik
Al inicio de la guerra, a la Wehrmacht le hicieron falta 250 días para conquistar toda la península. En 1944, el Ejército Rojo la liberó en solo 35.

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Crimea tenía para la URSS una importancia estratégica decisiva. La flota allí basada controlaba gran parte del Mar Negro y la aviación desde la península podía alcanzar los yacimientos petrolíferos de Rumanía, principal fuente de combustible del Tercer Reich.

Crimea fue asaltada por el 11.º Ejército del general Erich von Manstein, apoyado por aliados rumanos. El 12 de septiembre de 1941, los primeros grupos de reconocimiento alemanes aparecieron en la zona del istmo de Perekop, que conecta la península con el continente.

El comandante de la defensa de la península, el coronel general Fiódor Kuznetsov, cometió un error fatal: temía un desembarco aéreo o naval, y en lugar de concentrar sus fuerzas en el istmo, las dispersó por toda la costa.

Aun así, las tropas soviéticas lograron repeler los ataques enemigos durante más de un mes. Solo el 28 de octubre las fuerzas germano-rumanas lograron penetrar en el interior de Crimea.

Heinrich Hoffmann/Mondadori via Getty Images

Para el 16 de noviembre, el enemigo había ocupado toda la península, salvo la principal base de la Flota del Mar Negro: Sebastopol. Los alemanes lograron abrir brechas en la defensa de la ciudad en varios sectores, pero las grandes pérdidas los obligaron a detener la ofensiva. El segundo asalto, a mediados de diciembre, también fracasó.

Heinrich Hoffmann/Mondadori via Getty Images

A finales de 1941, el mando soviético aprovechó que las fuerzas de Manstein estaban empantanadas en el asedio de Sebastopol y desembarcó tropas en la península de Kerch.

Mark Redkin / TASS

“El barco estaba abarrotado de gente, los soldados desembarcaban hombro con hombro, la nave encallaba directamente en la orilla, los chicos saltaban a tierra y luego nuestra barca se alzaba con la ola y volvía al mar; después cargábamos otro grupo. El enemigo disparaba intensamente contra la embarcación, golpeaban los barcos, y varios buques de desembarco se hundieron ante mis propios ojos”, recordaría el marinero Vasili Anjímov.

Las tropas soviéticas liberaron la península de Kerch y la mantuvieron hasta mediados de mayo de 1942, cuando los alemanes, en la operación “Caza de avutardas”, la recuperaron. Esta derrota acercó la caída de Sebastopol: el 3 de julio el Ejército Rojo abandonó la ciudad.

Vladímir Ivanov / Sputnik

Las tropas soviéticas regresaron a la península a finales de 1943. Durante los combates de otoño lograron romper hacia el istmo y cercar al 17.º ejército alemán. Al mismo tiempo, un desembarco naval permitió capturar de nuevo un puente de cabeza en Kerch.

El 8 de abril de 1944 comenzó la ofensiva de Crimea. Las tropas soviéticas, con potentes ataques, rompieron la defensa enemiga y se adentraron en la península. El último bastión de resistencia fue Sebastopol.

Evguéni Jaldéi / TASS

“Entre nubes de polvo y humo de las explosiones de proyectiles y minas, nuestros combatientes y el enemigo se enfrentaban una y otra vez cuerpo a cuerpo… Las trincheras cambiaban de manos tres veces. Todo ardía alrededor, pero el enemigo se negaba obstinadamente a abandonar la primera posición”, escribía en sus memorias el mariscal Piotr Koshevói.

El 12 de mayo Sebastopol quedó totalmente liberada. Al Ejército Rojo le bastaron solo 35 días para devolver Crimea bajo control soviético.