Estos fueron los 5 soviéticos más famosos que abandonaron la URSS para siempre
1. Mijaíl Baríshnikov
Antes de huir al extranjero, Baríshnikov era solista en el Teatro de Kírov (así se llamaba entonces el Teatro Mariinski) de San Petersburgo, pero soñaba con algo más. Así que decidió abandonar el país. En 1974, durante una gira por Toronto, pidió asilo político. En la primera actuación de Baríshnikov con el American Ballet Theatre, el público le llamó al escenario más de veinte veces. Bailó en la compañía del famoso coreógrafo George Balanchine, protagonizó películas y recibió una nominación al Oscar, se hizo fotógrafo y director.
2. Svetlana Alilúyeva
La hija de Iósif Stalin viajó a la India en 1967, donde iba a esparcir las cenizas de su marido Brajesh Singh sobre el Ganges. En Delhi, Alilúyeva acudió a la embajada de Estados Unidos y solicitó asilo. Dejó una hija y un hijo en la URSS. Tras establecerse en Estados Unidos, publicó varios libros de memorias y, después de casarse, adoptó un nuevo nombre, Lana Peters. Alilúyeva regresó a Moscú en 1984, pero volvió a Estados Unidos unos años más tarde.
3. Rudolf Nuréiev
En 1961, la compañía del Teatro de Kírov se fue de gira a Francia. Uno de los artistas, Rudolf Nuréiev, estaba bajo control especial del KGB: no querían dejarle viajar al extranjero, pero los franceses insistieron. En París, el bailarín se comportó con una libertad sospechosa: "viola las normas de comportamiento de los ciudadanos soviéticos en el extranjero, sale a la ciudad y regresa al hotel a altas horas de la noche". Nuréiev estaba a punto de ser devuelto a Moscú e incluso fue llevado al aeropuerto. Pero el bailarín hizo lo imposible: saltó literalmente a los agentes de seguridad que le escoltaban y dijo a unos atónitos policías que quería quedarse en Francia. Rudolf Nuréiev dijo más tarde que este fue el salto más largo y estimulante de toda su carrera.
4. Andréi Tarkovski
En el verano de 1983 un escándalo se produjo en Milán. En una rueda de prensa, el director de Espejo y Solaris anunció que no volvería a la URSS. Poco antes, Tarkovski había pedido al director del Goskino, Filip Yermash, que prolongara su viaje de negocios a Italia. Había terminado de trabajar en la película Nostalgia, que ganó el premio de dirección en el Festival de Cannes, y quería quedarse allí otros tres años. Pero se lo denegaron. Entonces decidió tomar medidas extremas.
5. Víktor Korchnói
Cuatro veces campeón de ajedrez de la Unión Soviética, dos veces ganador de partidas de Candidatos. En 1974 perdió una partida de Candidatos contra Anatoli Kárpov y creyó que su derrota había sido injusta. En respuesta a esto, se le prohibió al ajedrecista viajar al extranjero y la sanción se levantó sólo un año después. En 1976, durante un torneo en Ámsterdam, Korchnói se negó a regresar a la URSS. Creía que en su patria tenía muy pocas oportunidades de continuar su lucha por el título mundial. Tuvo que enfrentarse al boicot de sus compatriotas y jugó dos veces más contra Kárpov. En 1990, Víktor Korchnói recuperó la nacionalidad soviética, de la que había sido privado.
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