Cómo luchó el Ejército Rojo en una Harley-Davidson en la Segunda Guerra Mundial
La famosa motocicleta no sólo fue la más producida en serie por las tropas soviéticas, sino también la más querida.
Al comienzo de la invasión de la URSS por la Wehrmacht, la situación de las motos en el Ejército Rojo dejaba mucho que desear. Los "caballos de hierro" en las tropas soviéticas antes de la guerra eran pocos, y la evacuación forzosa de las fábricas en Siberia complicó seriamente su producción.
Entonces los aliados occidentales acudieron en ayuda de la Unión Soviética. Aparecieron en el país las británicas Velocettes y Matchless, las estadounidenses Indiana y Harley-Davidson.
Estas últimas constituyeron la parte del león de todas las entregas: más de 21.000 unidades. A modo de comparación: las principales motocicletas militares soviéticas M-72 (basadas en la BMW R71 alemana) durante todo el periodo del conflicto mundial no produjeron más de 16.000.
Así pues, la Harley-Davidson se convirtió en la motocicleta más masiva del Ejército Rojo. Al mismo tiempo, era la favorita de los soldados soviéticos.
Fiable y potente
La Harley-Davidson WLA-42 entregada a la URSS destacaba por su fiabilidad, durabilidad, alta calidad de las piezas, gran carga útil, comodidad, potente motor y tolerancia a la gasolina de baja calidad. No se sentía demasiado bien en condiciones todoterreno, pero en autopista alcanzaba hasta los 110 km/h.
"Harley es una máquina buena y resistente, motor en forma de V, protegido por un bastidor, transmisión por cadena... sillín de cuero sobre muelles, suaviza todas estas sacudidas", recordó el voluntario Arseni Zonov.
El WLA-42 estaba equipado con un portaequipajes para llevar una emisora de radio, una caja de cartuchos y una funda especial para subfusiles Thompson de 11,43 mm. Esta arma favorita de los gángsters de la época de la Gran Depresión, el Ejército Rojo recibió de los estadounidenses casi 138.000 piezas.
Como las Harleys fueron entregadas a la Unión Soviética sin sidecar, a su llegada fueron equipadas con sidecares del M-72. Después, el "caballo de hierro" se armaba con una ametralladora Degtiarev de 7,62 mm o, aunque ocurría raramente, con un cañón antitanque PTRS o PTRD.
La moto también podía equiparse con un mortero de 82 mm. Los hombres del Ejército Rojo la colocaban instantáneamente en posición de combate, disparaban, luego la volvían a guardar en el sidecar y escapaban rápidamente del fuego de respuesta del enemigo.
Un excelente caza
Las Harley-Davidson se utilizaban para las necesidades de reconocimiento de tropas, comunicaciones y cuartel general. Además, las motocicletas rápidas y bien armadas tomaron parte activa en las batallas.
Las unidades móviles de motocicletas realizaron reconocimientos en combate, capturaron puentes y cruces, irrumpieron en la retaguardia profunda del enemigo, operando con éxito aisladas de las fuerzas principales a una distancia de varios cientos de kilómetros. Dependiendo de la tarea de combate asignada, estas unidades eran reforzadas con vehículos blindados pesados y artillería autopropulsada.
"Si de repente el enemigo en algún lugar rompía la defensa de nuestro ejército, nuestro regimiento era enviado allí para reforzar la defensa, o si nuestras unidades después de largas batallas rompían la defensa de los alemanes, y no había más fuerzas para perseguirlos, nos lanzaban de nuevo", recordaba Serafim Vasin, soldado del regimiento de motocicletas del 6º Ejército de Tanques de la Guardia.
Las Harleys soviéticas llegaron con éxito a Berlín, y durante la guerra contra Japón se mostraron perfectamente en las vastas extensiones de Manchuria. Las motocicletas norteamericanas encontraron uso en la URSS incluso después de la guerra. Entre otras cosas, fueron utilizadas con gusto por la policía de Moscú.
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