Cómo se construyó la ciudad socialista de ‘Stalinstadt’ en Alemania
“En nombre del gobierno de la República Democrática Alemana, anuncio con orgullo: la primera ciudad socialista de la República Democrática Alemana recibe el nombre de ‘Stalinstadt’”, declaró el 7 de mayo de 1953 Walter Ulbricht, secretario general del Comité Central del SED (Partido Socialista Unificado de Alemania).
Inicialmente, estaba previsto que la ciudad de los metalúrgicos llevara el nombre del "gran hijo del pueblo alemán", Karl Marx; sin embargo, la muerte del "líder de las naciones" el 5 de marzo de 1953 cambió las intenciones de los dirigentes del SED. La nueva ciudad recibió el nombre de Stalin; en su lugar, la ciudad de Chemnitz pasó a llamarse Karl-Marx-Stadt.
‘Acero-pan-paz’
Tras la separación de Alemania en zonas de ocupación, la cuenca del Ruhr, corazón de la industria pesada del país, pasó a formar parte de la República Federal de Alemania (Alemania Occidental). Como tal, Alemania Oriental no tenía ni una sola factoría metalúrgica.
En el III Congreso del SED, celebrado en julio de 1950, se tomó la decisión de construir una fábrica metalúrgica propia. Al mismo tiempo, se firmó una nueva ley sobre la construcción y restauración de las ciudades de Alemania Oriental. El documento enunciaba los “Dieciséis principios de diseño urbano”, y el tercero afirmaba que “en gran medida, las ciudades son construidas por la industria para la industria”. Así es como apareció en Alemania Oriental la Planta Metalúrgica que lleva el nombre de Iósif Stalin y, posteriormente, la ciudad de Stalinstadt.
El lugar elegido para la construcción de la planta fue la orilla del río Oder, en la frontera con la Polonia socialista. En caso de que la Guerra Fría entrara en una fase “caliente”, la empresa se ubicaría en lo más profundo del territorio de Alemania Oriental.
El 1 de enero de 1951, Fritz Selbmann, ministro de Industria Pesada de Alemania Oriental, colocó la primera piedra de los cimientos del primer alto horno. El lema del proyecto de construcción era “acero-pan-paz”. El 19 de septiembre, la planta ya estaba en funcionamiento.
Un ejemplo de futuro brillante
Stalinstadt se convirtió en la primera ciudad planificada de Alemania Oriental: se construyó desde cero, ligeramente al sur de la empresa. Fue uno de los proyectos de construcción más importantes de Alemania Oriental: se suponía que se convertiría en un ejemplo de la nueva era socialista.
El objetivo de la planificación urbana es la realización armoniosa de los derechos básicos del hombre al empleo, la vivienda, la cultura y el ocio", afirmaban los “Dieciséis principios del diseño urbano”. En Stalinstadt consiguieron combinarlo todo: zonas de recreo con restaurantes y cafés, guarderías y escuelas, campos de deporte. El paisajismo de los barrios residenciales sirvió para separarlos de la planta. Stalinstadt debía convertirse en un ejemplo de futuro brillante, una ciudad utópica que glorificara la prosperidad de la clase trabajadora.
La característica de la ciudad era la ausencia total de iglesias y de propiedad privada.
Del estilo imperio estalinista a los edificios "panel"
En 1952, Walter Ulbricht, secretario general del Comité Central del SED, visitó la ciudad para supervisar personalmente cómo iba la construcción de bloques de apartamentos. Sin embargo, no le gustó lo que vio: los apartamentos eran pequeños, sus techos, bajos. El diseñador general fue sustituido y las calles se llenaron de ejemplos del estilo imperio estalinista, casi copiado de los edificios moscovitas de la época.
El plano general de Stalinstadt respondía a todos los cánones de las nuevas construcciones de la URSS: la plaza principal con un ayuntamiento se situaba en el centro, la prospekt (avenida) central -el callejón de Lenin- partía de la plaza. Alrededor del centro de la ciudad se construyeron barrios residenciales. Por su aspecto, Stalinstadt se parecía mucho a una típica ciudad soviética.
Pero, en 1955, se publicó en la URSS una resolución “Sobre la eliminación de los excesos en el diseño y la construcción”. Eso supuso el fin del estilo Imperio estalinista. También se recortó el presupuesto para la construcción de esta ciudad alemana, por lo que se simplificaron muchos proyectos y se construyeron nuevos distritos con edificios de paneles estándar.
A principios de la década de 1960 comenzó en la Unión Soviética el periodo de desestalinización, que también afectó a Alemania Oriental. En 1961, Stalinstadt pasó a llamarse Eisenhüttenstadt, la ciudad de una planta metalúrgica. Los lugareños redujeron este largo nombre a simplemente “Hütte”, que puede traducirse como “barraca”.
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