5 famosos soviéticos que sufrieron las represiones de Stalin

Kira Lisitskaya (Foto: Foto de archivo; Sputnik)
Kira Lisitskaya (Foto: Foto de archivo; Sputnik)
A finales de la década de 1930, en la URSS, tuvo lugar la llamada ‘Gran Purga’. Numerosos políticos, altos mandos militares, figuras culturales e incluso científicos fueron condenados sin juicio. La mayoría fueron rehabilitados posteriormente, pero a menudo con un daño irreversible en sus vidas. Aquí presentamos algunos casos destacados.

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1. El poeta Ósip Mandelstam

Foto de archivo
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En 1933, Mandelstam escribió el poema Vivimos sin sentir la tierra bajo nosotros, que contenía una crítica impensable contra Stalin. En él llamaba al Gran Líder “el montañés del Kremlin” y describía al séquito del “Guía de los Pueblos” como una “chusma” que solo obedecía órdenes.

Mandelstam recitó el poema a sus amigos (un acto que su colega Borís Pasternak calificó de “suicida”), y uno de ellos lo denunció a la seguridad del Estado.

El poeta estaba preparado para el peor desenlace, aunque al principio solo fue desterrado a Vorónezh. Fue arrestado en 1938 y murió en un campo de tránsito en el Lejano Oriente. Tras la muerte de Stalin, Mandelstam fue rehabilitado por falta de pruebas.

2. El director de teatro Vsévolod Meyerhold

Foto de archivo
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Como innovador teatral y artista de vanguardia, Meyerhold fue criticado repetidamente por las autoridades. Al propio Stalin no le gustaban sus montajes. Su esposa, la actriz Zinaida Reich, también irritaba al régimen, pues no dudaba en criticarlo e incluso escribía cartas a Stalin acusándolo de no comprender el arte.

En 1939, Meyerhold fue arrestado como “enemigo del pueblo”. En cartas de queja a altos funcionarios, describió con gran detalle cómo fue torturado durante días en los interrogatorios. En 1940 fue fusilado y enterrado en una fosa común.

3. El biólogo Nikolái Vavílov

Foto de archivo
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Vavílov fue un científico destacado y un influyente académico. Fundó y dirigió el Instituto de Genética. Pero fue precisamente esta ciencia “burguesa” la que acabaría marcando su destino. El agrónomo Trofím Lisenko, un campesino que había escalado en la jerarquía del Partido, lo atacó ferozmente con críticas.

La orden de arresto afirmaba que Vavílov promovía “teorías deliberadamente hostiles” y que luchaba contra el trabajo de Lisenko, supuestamente de gran valor para la agricultura soviética. Fue condenado a muerte por “sabotaje”, aunque la pena se conmutó por 20 años de prisión. Dos años más tarde murió de hambre en la cárcel.

4. El ingeniero espacial Serguéi Koroliov

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El hombre que más tarde enviaría a Yuri Gagarin al espacio también fue considerado “enemigo del pueblo”, y alcanzó muchos de sus logros iniciales estando en prisión. El diseñador aeronáutico fue arrestado en 1938 y, bajo tortura, forzado a confesar supuestas actividades contrarrevolucionarias.

Pasó por los terribles campos del Gulag de Kolimá, donde casi muere de agotamiento. Amigos influyentes consiguieron que su caso fuese revisado, y fue trasladado a Moscú a una prisión especial, un buró de diseño experimental, donde empezó a trabajar en motores para cohetes espaciales. En 1944 fue liberado anticipadamente, pero solo fue rehabilitado tras la muerte de Stalin.

5. El actor Gueórgui Zhzhónov

Foto de archivo
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Pocos espectadores de la película de culto “El error del agente secreto” (1968) sabían que su protagonista había pasado años en los campos estalinistas. Primero, en 1937, arrestaron a su hermano, y poco después toda la familia fue deportada a Kazajistán.

Gueórgui se negó a irse. Fue arrestado, aunque liberado gracias a la intervención del prestigioso director Serguéi Guerásimov. Más tarde, durante un rodaje en el Lejano Oriente, Zhzhónov se reunió varias veces con el agregado militar estadounidense, lo que llevó a que la seguridad del Estado lo arrestara por sospechas de espionaje.

Pasó cinco años en los campos y minas de oro de Kolimá, aunque al mismo tiempo actuaba en el Teatro de Magadán. Fue liberado en 1945, pero no se le permitió vivir en Moscú ni en Leningrado, teniendo que trabajar en teatros y estudios de Siberia. Diez años después fue rehabilitado y pudo regresar al cine.

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