¿Por qué el ballet ruso es el mejor del mundo?
Se ha ganado el reconocimiento internacional y se ha convertido en referencia para las compañías de danza de todo el mundo. ¿Cuál es el secreto de la belleza y armonía de las puestas en escena y bailarines rusos?
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El ballet como género independiente
Matilda Kshesinskaya y Nikolái Soliánnikov en el ballet de Marius Petipa 'El despertar de Flora'.
El ballet apareció en Italia en el siglo XVI, más tarde en Francia, pero fue en Rusia donde surgió como género canónico. La primera representación de ballet tuvo lugar aquí en 1672, en la corte del zar Alejo I, y la danza sobre el escenario, igual que otras tendencias europeas, se puso de moda bajo Pedro el Grande.
El verdadero apogeo del arte del ballet llegó en el siglo XIX, cuando los maestros de ballet Charles Didelot y Marius Petipa empezaron a trabajar en San Petersburgo en los teatros imperiales, creando sus propias producciones basadas en el color nacional ruso.
Escuela rusa de ballet
Clase de la Escuela Imperial de Ballet
Rusia ha desarrollado un sistema especial de formación que combina el virtuosismo técnico con una profunda dramaturgia. Los bailarines rusos no se limitan a bailar: viven cada papel del mismo modo que los actores de un teatro dramático.
Las escuelas más antiguas de ballet ruso son la Academia Vagánova de Ballet Ruso (desde 1738) y la Academia Estatal de Coreografía de Moscú (desde 1773). Aquí se admite a niños a partir de los 9-10 años, y las clases incluyen no sólo danza, sino también el estudio de la música, la historia del arte y la interpretación.
Los nombres de los bailarines rusos de las academias son conocidos en todo el mundo, desde Galina Ulánova y Maya Plisétskaya hasta Mijaíl Baríshnikov. Y las giras de ballet ruso en cualquier país del mundo se convierten siempre en un importante acontecimiento cultural.
Ballet con sabor ruso
Tamara Karsavina y Adolf Bolm en el ballet de Stravinsky 'El pájaro de fuego', representado por el Teatro Mariinski de Leningrado.
El ballet ruso está estrechamente relacionado con la cultura nacional. En sus producciones, los coreógrafos suelen hacer referencia a los cuentos de hadas rusos: El pájaro de fuego, Petrushka, La flor de piedra y La doncella de nieve. Las producciones de los coreógrafos rusos siempre se han caracterizado por la innovación, pero al mismo tiempo mantienen un vínculo con las tradiciones clásicas.
Puestas en escena para todas las épocas
Una escena del ballet 'El Cascanueces' de Piotr Chaikovski representada por el Teatro de San Petersburgo
Además de artistas y coreógrafos de talento, las obras de Piotr Chaikovski desempeñan un papel especial en el ballet clásico. Su música se convirtió en la base de obras maestras que incluso personas alejadas del mundo de la danza conocen. El lago de los cisnes, El cascanueces, La bella durmiente y otras obras se siguen representando hoy en día en todo el mundo.
Reconocimiento mundial
El comienzo del siglo XX supuso una nueva etapa tanto en la historia del ballet ruso como en su promoción en todo el mundo. Las Estaciones Rusas de Serguéi Diághilev triunfaron en Europa y América. Anna Pávlova, Vaslav Niyinsky, Tamara Karsávina, coreografía y escenografía modernistas, causaron sensación. Cuando terminaron las Estaciones, Mijaíl Mordkin (American Ballet Theatre) y George Balanchine (New York City Ballet) fundaron sus propias compañías de ballet en Nueva York. Y algunos bailarines ingleses y estadounidenses incluso cambiaron sus nombres por otros rusos para hacerse más populares.
Desfile triunfal
Matthew Golding como Oneguin, Natalia Ósipova como Tatiana y Bennet Gartside como el Príncipe Gremin con artistas de la compañía en la producción del Royal Ballet de 'Oneguin' de John Cranko en la Royal Opera House Covent Garden de Londres
Aún hoy, las bailarinas de ballet rusas siguen brillando en los escenarios de todo el mundo, confirmando su estatus de las mejores del mundo. Las primas ballerinas de los teatros Bolshói y Mariinski, como Svetlana Zajárova y Yevguenia Obraztsova, Diana Vishniova y Viktoria Terióshkina, se han convertido en referentes para los jóvenes bailarines. Bailarines rusos -Natalia Ósipova, Iván Vasíliev, Serguéi Polunin y muchos otros- actúan para las principales compañías de ballet de París, Londres, Nueva York y Milán.
Las escuelas de ballet también tienen sucursales en el extranjero: por ejemplo, la Escuela del Teatro Bolshói funciona en Brasil desde 2000 y de ella han salido muchas estrellas internacionales.
