5 cosas que hacer en el NUEVO Museo de la Gloria Naval en Kronstadt (FOTO)
Pasear en un submarino de verdad
El K-3 'Léninski Komsomol' es el primer submarino nuclear soviético y el tercero del mundo. Sirvió en la Flota del Norte de la Armada de la URSS durante casi treinta años: seis veces salió en importantes misiones, fue el primero en meterse bajo el hielo del Océano Ártico y cruzó dos veces el Polo Norte. En la década de 2000, se decidió convertir el submarino en museo y fue trasladado a Kronstadt.
Especialmente para él, el edificio del nuevo museo se diseñó de tal forma que el submarino, de 107 metros de eslora, pudiera colocarse en su interior en lugar de en el atracadero. Ahora se puede estudiar en su interior.
‘Navegar’ a Tmutarakán
La exposición narra el desarrollo de la flota, desde la antigua Rusia hasta nuestros días. Aquí podrá descubrir cómo antiguamente se fabricaban los dolblenki (embarcaciones hechas de un solo tronco de árbol), de dónde y a dónde traían los mercaderes sus mercancías, cómo se expandió el Estado de la antigua Rusia. Y también, con la ayuda de un mapa interactivo especial para hacer un viaje en el tiempo a lo largo de los ríos rusos: pasar las vías fluviales de Nóvgorod a Constantinopla, y de Nizhni- a Tmutarakán.
Descubrir qué hacía la tripulación de un velero
La instalación situada en una de las salas del museo cuenta qué hacían los proffos, qué tareas desempeñaban los guardiamarinas, cómo se construía un velero en el siglo XVIII. Su peculiaridad es que se trata de un “barco por secciones”: se puede ver claramente qué había en cada compartimento y qué hacía la tripulación.
Siéntete como un lobo de mar
El museo de Kronstadt es interactivo y casi todo se puede tocar. Lo único que no se permite hacer es subir a los cables.
Incluso a los adultos les resulta casi imposible resistirse a la tentación de coger el timón del barco, intentar controlar un rompehielos de propulsión nuclear, hacer señales en alfabeto-semáforo, participar en una batalla naval virtual, echar un vistazo a la cocina o sentarse en la sala de oficiales. Y al mismo tiempo aprender un par de brindis náuticos. Por ejemplo: “¡Por Neptuno, por Júpiter, por los marineros de Pedro!”.
Ver el panorama de los fuertes de Kronstadt
En la azotea del museo hay una plataforma de observación desde la que se pueden contemplar los fuertes vecinos. Puedes tomarte tu tiempo para contemplar el fuerte de Kronstadt (la primera fortificación naval de la flota rusa en el Báltico), los fuertes “Emperador Pedro I” y “Emperador Alejandro I”.
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