Y ahí está, viendo pasar el tiempo, el Kremlin de Riazán

William Brumfield

26 octubre 2022

Y ahí está, viendo pasar el tiempo, el Kremlin de Riazán — William Brumfield

Esta estructura icónica ha sobrevivido a través de los siglos a pesar de la convulsa historia de Rusia.

A principios del siglo XX, el químico y fotógrafo ruso Sergei Prokudin-Gorski desarrolló un proceso complejo para fotografía a color. Su visión de la fotografía como una forma de educación e iluminación fue demostrada con especial claridad a través de sus imágenes de monumentos arquitectónicos en los sitios históricos de todo el corazón de Rusia.

En el verano de 1910, Prokudin-Gorski realizó una serie de viajes a lo largo del río Oká, uno de los principales afluentes del Volga. Durante su odisea, tomó numerosas fotografías en Riazán, a 190 km al sureste de Moscú. Mis fotografías de la ciudad fueron tomadas durante un largo periodo de tiempo entre 1984 y 2006.

En el momento de la visita de Prokudin-Gorski, Riazán tenía una población de alrededor de 45.000 habitantes. Hoy es una ciudad en crecimiento con más de medio millón de habitantes. Conocido por sus monumentos históricos, el Kremlin de Riazán tiene en su parte central una de las catedrales más imponentes de Rusia.

Una historia turbulenta

Pocas de las antiguas ciudades del corazón de Rusia han soportado una historia más turbulenta que Riazán. Ya una ciudad importante en el siglo XI, a mediados del siglo XII Riazán se había convertido en el centro de un gran principado que dominaba extensos territorios de la cuenca del río Oká. Tenía enormes fortificaciones hechas con muros de tierra, partes de las cuales han sobrevivido hasta el presente como uno de los yacimientos arqueológicos más grandes de Rusia.

En 1237, Riazán fue devastada por los mongoles, y los intentos de restablecer los asentamientos en las zonas cercanas fueron socavados por las incursiones tártaras en las décadas siguientes. Para el siglo XIV, la iglesia local y los dirigentes políticos decidieron restablecer Riazán en el asentamiento mejor defendido de Pereslavl, 55 km al noroeste del punto donde el pequeño río Trúbezh desemboca en el Oká.

Durante siglos, la ciudad fue conocida como Pereslavl-Riazanski. A principios del siglo XV, Pereslavl-Riazanski tenía una gran fortaleza (Kremlin) cuyos terraplenes están bien conservados. Prokudin-Gorski y yo fotografiamos el Kremlin desde el noroeste, pero su foto (disponible sólo en una impresión de contacto) muestra el río Trubezh de forma más clara.

Aunque la amenaza de las incursiones tártaras desapareció, la región se vio afectada por el hambre y las enfermedades a finales del siglo XVI y se vio asolada por los desórdenes violentos de principios del siglo XVII, durante el interregno dinástico conocido como el Período Tumultuoso. En 1778, la ciudad fue designada simplemente como Riazán.

Construcción, colapso y resurrección de una catedral

El monumento más grande de la ciudad es la Catedral de la Dormición, cuyo nombre deriva de la catedral del siglo XII de la misma consagración en el Viejo Riazán. A principios del siglo XV se erigió en Riazán una catedral de mampostería dedicada a la Dormición. A principios de la década de 1680, el Metropolitano de Riazán Pável (sirvió entre 1681 y 1686) se comprometió a construir una catedral mucho más grande para satisfacer las necesidades de una diócesis ampliada. Las obras comenzaron en 1684, pero la estructura terminada, mal construida, se derrumbó en una noche de abril de 1692.

Después de la debacle inicial, el proyecto fue confiado por el siguiente metropolitano, Avraami (que sirvió de 1687 a 1700), al renombrado arquitecto Yákov Bujvostov. Al igual que sus desafortunados predecesores, Bujvostov se enfrentó a serios desafíos con los cimientos y la bóveda del techo de la inmensa estructura. También estaba involucrado en otros proyectos en aquellos momentos y tuvo que enfrentar un litigio judicial en uno de ellos. Sin embargo, con la ayuda de los maestros constructores locales, la estructura fue terminada en 1699. Otros tres años se dedicaron a su interior, incluyendo la construcción de una gran pantalla de iconos. En agosto de 1702, la catedral fue consagrada por un tercer metropolitano, Stefan Yavorski (1658-1722), que se convirtió en uno de los principales prelados de la Iglesia rusa durante el reinado de Pedro el Grande.

Pero los problemas del edificio no habían terminado. Debido a su expuesta ubicación y altura, el techo y las cúpulas, así como las ventanas superiores, sufrieron daños frecuentes. La propia estructura parecía amenazada por las filtraciones y las grietas en las paredes. En 1800, el Santo Sínodo de San Petersburgo emitió una directiva que establecía que la estructura debía ser demolida y reconstruida.

Afortunadamente, el Metropolitano Simón de Riazán (obispo de 1778 a 1804) decidió consultar con el consejo local y, con el apoyo de comerciantes adinerados, reunió los recursos necesarios para emprender las reparaciones más necesarias. El patrimonio arquitectónico de Rusia se benefició inconmensurablemente de la sabiduría y diplomacia de este obispo experimentado. Desgraciadamente, Simón murió en enero de 1804, pocos meses antes de la finalización de la re-consagración de la catedral, en agosto.

Un edificio único

La Catedral de la Dormición de Riazán representa uno de los diseños más distintivos en la historia de la arquitectura de la iglesia rusa. Más de 40 metros de altura con cinco grandes tambores y cúpulas, así como un amplio ventanal, la estructura se equilibra sobre un complejo sistema de bóvedas de sótano, que también soportan una plataforma de terraza para la catedral. El techo de la catedral fue diseñado como una cornisa horizontal con motivos decorativos de ladrillo.

Las ventanas altas estaban enmarcadas con columnas de piedra caliza talladas y frontones. Los 5.000 bloques que formaban los detalles de piedra caliza habían sido estandarizados, lo que permitió al arquitecto completar la estructura en seis años, un período relativamente corto teniendo en cuenta la complejidad del proyecto. La vista frontal directa desde el oeste de Prokudin-Gorski, aunque conservada sólo en una impresión de contacto, transmite con una claridad sorprendente el diseño segmentado de la fachada.

El marco de la ventana y las columnas de ladrillo emparejado (pintadas de blanco) que dividen verticalmente las fachadas de ladrillo proporcionan un ambiente palaciego a una de las iglesias más grandes del siglo XVII; más grande, de hecho, que la Catedral de la Dormición en el Kremlin de Moscú. Las detalladas fotografías de Prokudin-Gorski, así como las mías transmiten el vivo contraste entre los adornos ornamentales blancos y el fondo de ladrillo rojo.

Cerrada en 1929, la Catedral de la Dormición fue utilizada para el almacenamiento de archivos y en la década de 1960 comenzó a funcionar como museo. Los servicios religiosos se reanudaron en 1993, y en 2008 la catedral fue oficialmente devuelta a la Diócesis de Riazán.

En la parte oeste de la catedral, junto al Kremlin, se alza el enorme campanario, construido a lo largo de medio siglo entre 1789 y 1840. Al menos tres arquitectos participaron en su construcción, entre ellos Andréi Voronijin, uno de los principales arquitectos de San Petersburgo a principios del siglo XIX. Las tomas realizadas por Prokudin-Gorski, junto a mis fotografías, dan una idea de la escala del campanario en relación con otras estructuras del Kremlin. El contraste entre el campanario neoclásico y el manierismo decorativo de la Catedral de la Dormición ofrece una visión ejemplar de los cambios dramáticos en la arquitectura rusa a lo largo del siglo XVIII.

A principios del siglo XX, el fotógrafo ruso Serguéi Prokudin-Gorski ideó un proceso complejo para realizar fotografías a color. Entre 1903 y 1916 viajó a través del Imperio ruso y tomó más de 2.000 fotografías con este proceso, que implicaba realizar tres exposiciones en una placa de vidrio. En agosto de 1918, abandonó Rusia y finalmente se instaló en Francia con gran parte de su colección de negativos de vidrio. Tras su muerte en París en 1944, sus herederos vendieron la colección a la Biblioteca del Congreso. A principios del siglo XXI, la Biblioteca digitalizó la Colección Prokudin-Gorski y la puso gratuitamente a disposición del público mundial. Muchas web rusas tienen ahora versiones de la colección. En 1986 el historiador arquitectónico y fotógrafo William Brumfield organizó la primera exposición de fotografías de Prokudin-Gorski en la Biblioteca del Congreso. Durante un período de trabajo en Rusia, a partir de 1970, Brumfield ha fotografiado la mayoría de los sitios visitados por Prokudin-Gorski. Esta serie de artículos comparará las vistas de Prokudin-Gorski de los monumentos arquitectónicos con fotografías tomadas por Brumfield décadas más tarde.

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