¿Por qué la vida de Antón Chéjov fue increíblemente aburrida?

¿Por qué la vida de Antón Chéjov fue increíblemente aburrida? Ósip Braz. Retrato de Antón Chéjov, 1898.
Galería Tretiakov
Sí, esta es la sensación que tiene uno al leer la flamante biografía ‘Chejov en vida’, del escritor ruso Ígor Sujij (editorial KoLibri, 2024). Este breve extracto del libro muestra todo lo que el gran escritor no hizo durante su vida.

“En menos de cuarenta y cuatro años, Chéjov:  

- no ocultó el secreto de sus orígenes;

- no esperó una herencia ni luchó por ella

- no sufrió por un amor no correspondido (al menos, no durante toda su vida);

- no iba detrás de mujeres (al menos, guardó silencio al respecto) y, por otra parte, no convirtió a sus compañeras en místicas Damas Hermosas;

- no perdía a las cartas;

- no se batía en duelo

- no sirvió en el ejército ni luchó en una guerra;

- no subió al cadalso, ni estuvo en trabajos forzados o en el exilio (aunque fuera leve y doméstico);

- no luchó contra las autoridades ni contra la censura;

- no decía la verdad a los zares con una sonrisa (o sin ella);

- no publicó obras en el extranjero ni en la clandestinidad

- no publicó revistas

- no tuvo conflictos fatales con sus compañeros escritores

- no quemó ostentosamente sus principales libros (y simplemente no destruyó ostentosamente manuscritos);

- no huyó de casa por la noche;

- no se suicidó”.

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