Zora Arkus-Duntov, el hijo de judíos rusos que es considerado el padre del mítico ‘Corvette’
Los comienzos de Zora Arkus-Duntov
Zora Arkus-Duntov nació el 25 de diciembre de 1909 en Bélgica, pero sus raíces se remontan a Rusia. Su padre, Jakob era ingeniero de minas, y su madre, Rachel Kogan, estudiante de medicina. La familia Arkus-Duntov viajó a San Petersburgo (entonces Petrogrado) justo a tiempo para sobrevivir a la Primera Guerra Mundial y a la Revolución Rusa. Según leemos en la web Asociación Concesionarios de Automóviles de Rusia cuando los tiempos difíciles llevaron al racionamiento del pan, cuenta la leyenda que Zora se armó con un revólver para proveer de alimentos a su familia. El arma también le resultó útil cuando tuvo que convencer a un médico local para que fuera a cuidar de su madre enferma.
Los padres de Duntov se divorciaron y la nueva pareja de su madre, el ingeniero eléctrico Iósif Duntov, se mudó a su casa. Debido a las difíciles condiciones económicas, el padre de Zora, Jakob Arkus, se quedó en la casa tras el divorcio y la llegada del padrastro de Iósif Duntov. Años más tarde, en 1941, Zora respetó por fin a su tercer progenitor lo suficiente como para cambiar su apellido por el de Arkus-Duntov.
En 1927, la familia se trasladó a Berlín. El joven Zora, fascinado por cualquier cosa capaz de moverse por sí misma, tenía poco interés por la escuela. Aunque en su primera infancia Duntov soñaba con ser conductor de tranvía, los tranvías dieron paso más tarde a las motocicletas y los automóviles. Su primer vehículo motorizado fue una moto, con la que recorrió los circuitos de carreras cercanos y las calles de Berlín.
Cuando sus padres, temiendo por su seguridad, insistieron en que cambiara la moto por un coche, Duntov compró un modelo con guardabarros de bicicleta de un fabricante alemán llamado Bob. La Bob estaba diseñada para competir en circuitos ovalados. No tenía frenos delanteros y los traseros eran débiles. Duntov se licenció en la Universidad Politécnica de Charlottenburg (actual Universidad Técnica de Berlín) en 1934.
También empezó a escribir artículos de ingeniería para la publicación alemana Auto Motor und Sport. Durante su estancia en Berlín, Duntov conoció a Elfriede “Elfie” Wolf, de catorce años, que había llegado a la ciudad para estudiar ballet y danza acrobática. Mantuvieron el contacto durante varios años mientras Elfi viajaba con compañías de danza. Finalmente, se instaló en París como bailarina del Folies Bergère. Se casaron en febrero de 1939, poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Tras el estallido de la guerra, Zora se alistó en las Fuerzas Aéreas francesas. Cuando Francia se rindió, Duntov obtuvo visados de salida del consulado español en Marsella, no sólo para él y Elfie, sino también para su hermano y sus padres. Elfie, que por entonces vivía en París, realizó una dramática carrera hasta Burdeos en su MG justo antes del avance de las tropas nazis. Mientras tanto, Duntov y su hermano Yura se escondieron en un burdel. Cinco días después, Elfie se reunió con Duntov y su familia, y más tarde embarcaron en Portugal rumbo a Nueva York.
Nueva vida en EE UU
Instalados en Manhattan, en 1942 los hermanos fundaron la Ardun Mechanical Corporation, que llevaba el nombre de Arkus y Duntov. Ardun fabricó primero matrices y punzones para municiones y después piezas para aviones. Ardun creció hasta convertirse en una empresa de ingeniería con 300 empleados y un nombre tan venerado como Offenhauser, pero la empresa quebró más tarde tras algunas decisiones financieras cuestionables de un socio al que habían contratado los hermanos Arkus-Duntov. Arkus-Duntov intentó clasificar el Talbot-Lago para las 500 Millas de Indianápolis en 1946 y 1947, pero nunca llegó a participar en la carrera. Por aquel entonces, Zora recibió una invitación de una empresa británica y su hermano decidió dedicarse a las finanzas.
Zora no tardó en marcharse de EE.UU. a Inglaterra para desarrollar el deportivo Allard, con el que compitió en las 24 Horas de Le Mans en 1952 y 1953. Su objetivo era mejorar y preparar los coches de la empresa. Cabe destacar que algunos de ellos eran Ford V8, en los que Duntov aplicó, entre otras cosas, sus antiguos desarrollos.
La pasión por la ingeniería y la velocidad
Desde joven, Zora Arkus-Duntov mostró un profundo interés por la ingeniería y la velocidad. Después de completar sus estudios en ingeniería mecánica en la Universidad de Míchigan, comenzó a trabajar en una serie de proyectos de ingeniería y diseño. Sin embargo, su vida cambiaría para siempre cuando asistió a las 24 Horas de Le Mans en 1951.
El rugido de los motores, la emoción de la competición y la visión de los automóviles de carreras lo cautivaron. Decidió que su futuro estaría inextricablemente ligado al mundo del automovilismo deportivo y la industria automotriz. Esta pasión lo llevó a unirse a la empresa Chevrolet en 1953, un momento crucial en la historia de los Corvette.
El Chevrolet Corvette: Nacimiento de una leyenda
El Chevrolet Corvette había sido lanzado en 1953 como un automóvil deportivo de aspecto llamativo, pero carecía del rendimiento para competir con los deportivos europeos de la época. Cuando Arkus-Duntov se unió a Chevrolet, tenía un objetivo claro en mente: transformar al Corvette en un automóvil deportivo de clase mundial.
Su enfoque en la innovación y el rendimiento rápidamente dejó su huella en el Corvette. En 1955, se introdujo el primer motor V8 en el modelo, lo que marcó el comienzo de una nueva era de potencia y velocidad. Bajo la dirección de Arkus-Duntov, el Corvette comenzó a participar en competiciones de automovilismo y a ganar reconocimiento en el mundo de las carreras.
Carreras y Logros
Zora Arkus-Duntov no solo era un ingeniero apasionado, sino también un talentoso piloto de carreras. Compitió en varias categorías, incluyendo Le Mans, donde corrió en varias ocasiones. Su experiencia como piloto le brindó una comprensión única de lo que los conductores necesitaban en un automóvil de alto rendimiento.
Durante su tiempo en Chevrolet, Arkus-Duntov se convirtió en el principal defensor del Corvette en el mundo de las carreras. Supervisó el desarrollo de versiones de alto rendimiento del Corvette, como el famoso Corvette "Fuelie" con inyección de combustible, que se destacó en las pistas de carreras de Estados Unidos.
El motor V8 ‘Small-Block’
Uno de los legados más duraderos de Zora Arkus-Duntov es su contribución al desarrollo del motor V8 ‘small-block’ de Chevrolet. Este motor se convirtió en un estándar de la industria y se utilizó en una amplia variedad de vehículos de alto rendimiento. La combinación del motor V8 con el chasis ligero del Corvette dio como resultado un automóvil deportivo excepcionalmente rápido y maniobrable.
Arkus-Duntov trabajó en mejoras continuas en el motor, lo que permitió al Corvette mantener su posición como un líder en el mercado de automóviles deportivos. Sus contribuciones al desarrollo del motor V8 ‘small-block’ se consideran fundamentales en la historia de la industria automotriz.
El dominio en las carreras
Bajo la influencia de Zora Arkus-Duntov, el Chevrolet Corvette comenzó a dominar en el mundo de las carreras. En 1960, el Corvette logró una victoria histórica en las 24 Horas de Le Mans en su clase. Este logro no solo demostró la capacidad de competición del Corvette, sino que también consolidó su estatus como un automóvil deportivo de clase mundial.
La participación exitosa en carreras impulsó la imagen del Corvette y atrajo a una base de fanáticos apasionados. Arkus-Duntov y su equipo trabajaron incansablemente para mejorar el rendimiento y la aerodinámica del automóvil, lo que resultó en victorias continuas en las pistas de carreras de Estados Unidos y en todo el mundo.
El Corvette 'Sting Ray' y el Split-Window
Uno de los hitos más notables en la historia del Corvette fue el lanzamiento del Corvette Sting Ray en 1963. Este modelo, diseñado bajo la supervisión de Arkus-Duntov, presentaba un diseño aerodinámico innovador y una apariencia agresiva que lo convirtió en un ícono de estilo.
Una característica distintiva del Sting Ray fue su ventana trasera dividida en dos partes, conocida como “split-window”. Esta característica única fue controvertida, pero hoy en día es una de las más valoradas por los coleccionistas de Corvette. Arkus-Duntov buscaba constantemente nuevas formas de mejorar el rendimiento y el diseño del Corvette, y el Sting Ray fue un testimonio de su visión audaz.
Un legado Duradero
A medida que la década de 1970 avanzaba, Zora Arkus-Duntov se retiró de su posición activa en Chevrolet, pero su legado en la industria automotriz perduró. Murió en Detroit el 21 de abril de 1996 y sus cenizas fueron enterradas en el Museo Nacional del Corvette de Bowling Green, Kentucky. El columnista ganador del Premio Pulitzer George Will escribió en el obituario de este ruso que "si... no lloras su fallecimiento, no eres un buen estadounidense".
Su influencia en el desarrollo del Corvette y la tecnología automotriz en general sigue siendo innegable.
Fue incluido en el Salón de la Fama del Automovilismo Internacional en 2003, un testimonio de su impacto duradero en el mundo del automovilismo.
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