Así era la versión flotante del mítico avión ruso An-2 (Fotos)
En 1950-51, la Oficina de Diseño-153 diseñó y construyó el An-2 sobre tren de aterrizaje flotante - An-2V (acuático). El 31 de julio de 1951 fue volado por primera vez por el piloto del equipo de vuelo-transporte de la planta No.153, V.A. Didenko.
Después de superar con éxito las pruebas de fábrica en agosto y las pruebas estatales en octubre-noviembre, el avión fue recomendado para la producción en serie con el nombre de An-4. Fue construido en la URSS y en Polonia (bajo la designación An-2M - Morsky).
En 1954-55 el AN-2B (An-4) comenzó su operación experimental en tales regiones lacustres-fluviales como Carelia, estuarios de Pechora, Irtish y otros ríos donde no había lugares de aterrizaje para aviones con tren de aterrizaje de ruedas en cientos de kilómetros.
Gracias a la instalación de timones de agua y una hélice reversible, el An-4 consiguió una buena maniobrabilidad en las zonas acuáticas incluso cuando la superficie del agua estaba agitada. El bajo calado permitía utilizarlo en zonas costeras de lagos y ríos con la profundidad de 0, 8-1, 2 m, lo que simplificaba el amarre.
Como explica la web rusa especializada Airwar.ru, en 1956 fue entregado a Carelia el primer An-4 de serie nº 15947307. Pronto más de 100 de estos vehículos fueron operados en Arcángel, Narian-Mar, Petrozavodsk, Dudinka, Turujansk, Igarka, Jatanga, Tura, Irkutsk, Salejard, Surgut, Tobolsk, y otros lugares.
Estos hidroaviones prestaban servicio a expediciones, factorías pesqueras, transportaban pasajeros, correo, alimentos y otros cargamentos, y a menudo volaban en plena naturaleza.
Sin embargo, como suele ocurrir, la vida pronto sacó a relucir la otra cara de la moneda. Privadas de todo control administrativo y médico, algunas tripulaciones de los An-4 empezaron, a volarlos estando “colocados”, como suele decirse.
Como resultado, se hicieron más frecuentes los casos de violación de la disciplina tecnológica y laboral, los traumatismos humanos y las averías de las aeronaves. Al no poder resolver el problema, el MHA optó por la vía más sencilla, en 1983 tomó la decisión de poner fin a la explotación y reparación de los aviones An-4.
Pero la necesidad de estos aviones no había desaparecido. Según los datos del Departamento de Transporte Aéreo de la Federación Rusa, en 1994 había entre 250 y 300 aviones sólo en las regiones septentrionales de Rusia. “Pescadores, cazadores, criadores de renos y sus familias se encontraron aislados de la comunicación, el comercio, la cultura y otros servicios. Solicitamos su ayuda para recuperar el An-2B” estas fueron las palabras con las que los representantes de las autoridades locales se dirigieron al Jefe de la AG. Sin embargo, la cuestión no se ha resuelto hasta el día de hoy.
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