
Audacia en los Cielos: La Historia del Teniente Alexéi Jlóbistov en el Frente de Carelia

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Un héroe en los cielos de Murmashi
El 8 de abril de 1942, en Murmashi, región de Carelia, el teniente Alexéi Jlóbistov, comandante de vuelo del 20.° Regimiento de Aviación de Cazas de la Guardia (20.° GIAP), regresó a su base tras una misión que marcaría su nombre a fuego en la historia militar. A bordo de su Curtiss P-40B Warhawk, Jlóbistov había logrado algo que pocos pilotos podrían siquiera imaginar: embestir y derribar dos aviones enemigos en un solo combate.

Durante la misión, Jlóbistov se enfrentó a dos cazas Messerschmitt Bf 109 alemanes. En una maniobra de embestida, arrancóel conjunto de cola del primer avión enemigo. Luego, en un segundo encuentro, seccionó parte del ala del segundo Messerschmitt. Lo asombroso es que ambos impactos fueron realizados con el mismo panel del ala derecha de su P-40B. A pesar del daño sufrido, Jlóbistov logró aterrizar su avión en condiciones seguras, demostrando no solo su valentía, sino también su pericia como piloto.

Por esta hazaña, Jlóbistov fue recomendado para recibir el título de Héroe de la Unión Soviética (HSU) y se le otorgó una bonificación de 2000 rublos por los dos aviones enemigos abatidos. Su nombre comenzó a resonar entre sus compañeros y superiores como un ejemplo de dedicación y coraje.
Una tercera embestida
El 14 de mayo de 1942, Jlóbistov volvió a demostrar su temeridad en combate. Pilotando un Curtiss P-40E Kittyhawk (n.° 812), se enfrentó a un Messerschmitt Bf 109 que intentaba atacarlo de frente. En una maniobra desesperada, Jlóbistov embistió al avión enemigo. La colisión fue violenta, y el piloto soviético tuvo la fortuna de ser expulsado de su avión tras liberarse del cinturón de seguridad. Aunque sobrevivió, la hazaña le costó una prolongada estancia en el hospital, donde se recuperó de las heridas sufridas.

Esta tercera embestida consolidó su reputación piloto dispuesto a arriesgarlo todo por la victoria. Sin embargo, también fue un recordatorio de los peligros extremos que enfrentaban los aviadores en el frente oriental.

El final de un héroe
Alexéi Jlóbistov continuó combatiendo en su P-40 hasta el final de sus días. El 13 de diciembre de 1943, mientras pilotaba un Kittyhawk (n.° 1134), perseguía a un avión de reconocimiento alemán junto con su compañero, el teniente Kalegáiev (n.° 1167). Durante la persecución, el avión de Jlóbistov fue alcanzado por el artillero trasero del enemigo y se estrelló en territorio controlado por los alemanes. Ni Jlóbistov ni Kalegáiev regresaron a su regimiento, y su destino final permanece envuelto en el misterio.

Hoy, Jlóbistov es recordado no solo como un piloto excepcional, sino también como un hombre que, en los momentos más críticos, demostró que el espíritu humano puede superar incluso los desafíos más grandes. Su historia sigue inspirando a nuevas generaciones, recordándonos el precio de la libertad y el valor de aquellos que la defendieron.
