Cosas que (quizás) no sabías sobre la gigantesca Campana del Zar que puedes ver en el Kremlin
Fue fundida por orden de Anna Ivánovna (1693-1740). La emperatriz decidió crear una gran campana para la catedral de la Dormición, en el Kremlin, para conmemorar su reinado. Mide 6,14 metros de altura y 6,6 metros de diámetro, ¡y pesa casi 202 toneladas!
Pasó un siglo en el foso. El artesano Iván Motorin fue el encargado del trabajo. La fundición tuvo lugar directamente en la plaza Ivánovskaya del Kremlin. Para ello se excavó allí una enorme fosa. Cuando el trabajo estaba terminado y sólo quedaba limpiar y pulir la superficie, se declaró un incendio en el Kremlin y un techo en llamas cayó directamente en la fosa.
Debido a la diferencia de temperatura al apagarse las llamas, la campana se agrietó y se desprendió de ella un trozo de 11,5 toneladas. La campana permaneció en su fosa, y todos los intentos de sacarla fracasaron. Hasta 1836, el arquitecto Auguste Ricard de Montferrand no encontró una solución.
Está decorada con retratos de soberanos y santos, así como con representaciones de ángeles. Los bajorrelieves muestran al zar Alexis I y a la emperatriz Anna Ivánovna.
Durante la Gran Guerra Patria se utilizó como centro de comunicaciones. Esta enorme campana estaba camuflada para no llamar la atención del enemigo, y en su interior era un punto de comunicación para el regimiento del Kremlin.