Estos fueron los momentos más brillantes de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de 1980
El 3 de agosto de 1980 fue el día más triste y feliz al mismo tiempo. Al son del himno olímpico, la bandera olímpica blanca fue arriada en el Estadio Central ‘Lenin’, seguida de la extinción de la llama olímpica.
Los espectadores observaron con la respiración contenida cómo “Mishka”, la mascota de los Juegos Olímpicos de Moscú, aparecía en la gran pantalla y una lágrima rodaba por uno de sus ojos.
A continuación, tras una colorida procesión de atletas, una gigantesco “Mishka” hinchado apareció en el interior del estadio con un gran manojo de globos y, con la canción Adiós, Moscú de fondo, comenzó a elevarse lentamente hacia el cielo.
Y, con eso, los primeros Juegos Olímpicos celebrados en Europa del Este habían terminado.
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