El rumor soviético sobre la goma de mascar envenenada
Antes de los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú, se extendió por la ciudad el rumor de que los extranjeros podrían repartir chicles envenenados.
La goma de mascar era objeto de culto entre los adolescentes soviéticos. Pero las autoridades estaban totalmente en contra de la goma de mascar que consideraban estadounidense. Y empezaron a correr rumores por las ciudades soviéticas donde se celebraban competiciones de que, al parecer, agentes de policía acudían a algunas escuelas y fábricas y advertían de que era peligroso entrar en contacto con extranjeros, y que el chicle que se intentaba dar podía estar envenenado o incluso relleno de cuchillas de afeitar.
Se contó la historia de un escolar que aceptó un regalo y acabó en el hospital. También se decía a los niños que aceptar cualquier regalo significaba "adorar a Occidente" y que la persona que aceptaba el regalo estaba a un paso de ser reclutada por la inteligencia extranjera.
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