Cómo se celebraba el 8 de marzo en la URSS (Fotos)
El 8 de marzo se convirtió en un día festivo en la Unión Soviética de manera oficial en 1966, aunque ya se celebraba antes. En 1910 en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de Copenhague, la alemana Clara Zetkin propuso celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. Su llamamiento fue recogido en Rusia y luego en toda la URSS. Los primeros mítines se celebraron en San Petersburgo en 1913 y 1914.
El 23 de febrero (ahora 8 de marzo según la nueva normativa) de 1917, las mujeres salieron a la calle contra el hambre y el zarismo. No fue en absoluto una manifestación pacífica, que dio inicio a la Revolución de Febrero y puso fin al gobierno de los Romanov.
En los años siguientes, el 8 de marzo se convirtió en el día en que los trabajadores hacían reuniones solemnes en las fábricas, donde hablaban de los logros de las mujeres en la industria soviética y discutían la situación de las mujeres trabajadoras en otros países.
En este día también se premiaba a las trabajadoras por el cumplimiento de su plan de trabajo o por méritos especiales en el trabajo.
Para conmemorar este día, los soviéticos emitieron tarjetas postales y sellos de correos.
De hecho, muchas fábricas soviéticas recibieron el nombre no sólo de los famosos comunistas, sino también en honor al 8 de marzo. La mayoría de ellas eran fábricas textiles que siguen funcionando hoy en día.
Cuando el 8 de marzo se convirtió en día festivo oficial en 1966, las celebraciones se pospusieron al día anterior (laborable) y la fiesta se celebró en casa. Esto supuso un cierto punto de inflexión en el sentido del propio día.
En este día, el hombre también se ponía en el papel de ama de casa: por la mañana, llevaba flores y pasteles, y luego preparaba el almuerzo para toda la familia.
La esposa de Lenin, Nadiezhda Krúpskaia, supuestamente se ofreció a regalar una flor de mimosa a las mujeres en este día, ya que otras flores eran extremadamente difíciles de encontrar en la fría época del año en Rusia.
Los niños también participaban en la preparación del banquete: dibujaban postales y ayudaban a cocinar.
A las mujeres les bastaba con estar guapas en este día, llevando sus mejores galas y haciéndose un bonito peinado, mientras se relajaban de la vida cotidiana, porque a pesar de la declaración de igualdad, las mujeres no abandonaban sus tareas domésticas.
Hoy en día, la tradición de celebrar el 8 de marzo se ha conservado en Rusia, como en muchos países postsoviéticos. El regalo principal, como antes, son las flores.
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