¿Ayudó el vodka al Ejército Rojo a derrotar a los alemanes?
El Comisario del Pueblo (equivalente a un ministro) para la Defensa, Kliment Voroshílov, propuso dar a los militares 100 gramos de vodka y 50 gramos de tocino al día para mantenerlos calientes en las duras condiciones invernales.
Así surgieron los famosos ‘100 gramos’ del Comisario del Pueblo.
Tras el fin de la guerra contra los finlandeses, la práctica cesó, sólo para reanudarse un año y medio después. El 22 de agosto de 1941, el Comité de Defensa del Estado ordenó la distribución de 100 gramos de vodka a los soldados en contacto inmediato con el enemigo.
Se suponía que la distribución regular de alcohol ayudaría a los combatientes a superar el enorme estrés. Además, el alcohol fuerte era asimilado rápidamente por el organismo, transformándose en una gran cantidad de energía y permitiendo reponer rápidamente el gasto energético de los combates.
En algunos destacamentos, el alcohol se distribuía a los soldados justo antes del inicio de un ataque, en otros después de la batalla, mientras que algunos lo veían muy raramente.
El teniente mayor Fiódor Ilichenko escribió: “Sin alcohol era imposible vencer... a las heladas. Los llamados cien gramos del frente se convirtieron en algo más valioso que los proyectiles y salvaron a muchos soldados de la congelación, ya que a menudo pasaban la noche en el campo en el suelo”.
El soldado Alexander Grinko dijo: “Por lo que recuerdo, el vodka se distribuía justo antes del ataque... Eran los jóvenes los primeros en beberlo. Después, caían bajo el fuego y perecían. Los que habían sobrevivido a varias batallas eran muy cuidadosos con el vodka”.
Tras la Victoria, los “100 gramos del Comisario del Pueblo” fueron abolidos en el Ejército Rojo, pero no todos los soldados que regresaron del frente fueron capaces de abandonar su hábito diario de beber.
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